Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2021 Rose arruina un brindis al atardecer bajo el viejo roble
Justin Rose es el líder del Masters de Augusta tras la primera jornada

Rose arruina un brindis al atardecer bajo el viejo roble

Compartir
Justin Rose durante la primera jornada en Augusta National. © Golffile | Scott Halleran
Justin Rose durante la primera jornada en Augusta National. © Golffile | Scott Halleran

Era un secreto a voces (o una rabiosa intuición) que los rectores del Augusta National iban a buscar ‘revancha’ en este arranque del Masters, después del festival de noviembre. Entonces, más de cincuenta jugadores firmaban una tarjeta por debajo del par en la primera jornada; hoy, ni siquiera han llegado a la docena… Ha bastado con desempolvar la leyenda de los greenes más rápidos y duros del mundo, lo sean o no lo sean, que por ahí andará.

Masters de Augusta 2021: Así vivimos la primera jornada en directo

Había que dejar bien clarito que el viejo y coqueto coloso de Georgia todavía es capaz de apagar fuegos y silenciar tambores de insurgencia. Al menos, y con permiso de la lluvia, en esta primera ronda. Quizá más adelante se apiaden y levanten la mano, entre otras cosas porque ni siquiera para el Augusta National sería tan sencillo mantener en perfecto estado de revista unos greenes que ya se veían pardos el martes. Ha sido sólo un aviso, una advertencia, un desplante, un aquí mando yo.

Jon Rahm doma con autoridad y sobriedad un Augusta de cristal

Durante buena parte de la jornada el plan trazado marchaba según lo previsto. Sin demasiada ayuda del viento, los resultados por debajo del par brillaban por su ausencia y sólo unos pocos eran capaces de firmar siquiera un resultado por debajo del par (hace unos meses, en noviembre, las tarjetas de 68 golpes se las veían y deseaban para meterse en el top ten del torneo tras la primera ronda). Ni siquiera un juego aseado de tee a green garantizaba nada a nadie y, por el contrario, quienes salían despistados o ligeramente fuera de punto, enseguida comenzaban a pagar peajes caros.

Jon Rahm: «Hay greenes que están al borde del precipicio…»

Digamos de un modo figurado que los socios, pasado el mediodía, andaban ya citándose para un brindis al atardecer bajo el viejo roble que celebrase el primer y gran objetivo cumplido, el de meter en cintura, e incluso apalizar, a los mejores jugadores del mundo.

A Sergio García se le aparece un enemigo inesperado y devastador

Hasta que Justin Rose (-7) entró en escena. Lo hizo a partir del hoyo 8, iniciando con un eagle en ese par 5 un parcial apoteósico de nueve menos en los últimos once hoyos del campo. Hasta ese momento, Rose había mostrado la versión más habitual de este año 2021: sí, pero no, un juego correcto con falta de mordiente y, en definitiva, un escaso botín (se subía al tee del 8 con un parcial de +2). Después, vaya usted a saber por qué, se organizaba la marimorena.

Sergio García: «Parece que acabo de salir de un ring tras doce asaltos con Holyfield»

Así son las cosas: la madera que pegaba en la calle del 8 no era nada mala, pero había cerrado un pelín más de la cuenta y sólo un bote generosísimo llevaba esa bola a tres metros del hoyo. Desde ese punto en adelante, una pura exhibición con todos y cada uno de los palos y con especial mención, cómo no en este campo, para el putter: enchufaba un purito de más de siete metros en el 10 para birdie, otro de cuatro metros en el 14 para salvar el par, uno más desde más allá de cuatro metros para birdie en el 16… Entre otras lindezas. En fin, es la séptima vez en su carrera que Justin Rose lidera el Masters de Augusta y todavía no lo ha ganado, así que bien merece homenajes y alegrías de este calado.

José María Olazábal: «El campo está muy parecido a como lo preparaban en los años 90»

El inglés, que recuperaba un driver de hace cuatro o cinco años para jugar esta semana (ay, los caprichos del material), ha dejado el mismo resultado en lo alto de la clasificación que aquel jueves de noviembre, aunque entonces había tres colíderes, todo sea dicho. A ver, es cierto: era la excepción que confirmaba la regla (sus inmediatos perseguidores, Harman y Matsuyama, partirán mañana a cuatro golpes, que se dice rápido), pero suficiente razón como para que los socios del Augusta National dejasen el champán (o el Bloody Mary: son estupendos los que allí se preparan) en la nevera.

Podcast: Una batería de pronósticos y las últimas claves antes del Masters

De alguna manera, ahora todos dependen de lo que Rose haga o deje de hacer, porque la ventaja que ha cogido es muy importante. Él va a marcar el paso y son muchos los ilustres que van ya con el agua al cuello. Por ejemplo, el campeón defensor, Dustin Johnson (+2) se encuentra ya a nueve golpes de la cabeza. Y Bryson DeChambeau (+4), Rory McIlroy (+4) o Sergio García (+4) a once. Y Lee Westwood (+6) a trece. Para empezar, ninguno de ellos puede descuidarse mañana ante la línea de un corte que bien podría establecerse en +5.

La gran incógnita ahora es saber si el Augusta National habrá saciado la sed de revancha. También es posible que mañana la lluvia eche una mano a los jugones, haciendo una pizca más accesibles los greenes, aunque el principal beneficiado podría ser precisamente Rose si consigue firmar otra tarjetita por debajo del par, sea del guarismo que sea.

Consulta aquí los resultados en directo