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Masters de Augusta 2022 | Declaraciones de Scottie Scheffler

La receta de un bobalicón que llegó a Número 1 del mundo

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Scottie Scheffler en el hoyo 3 durante la jornada de prácticas del Masters de Augusta 2022. © Golffile | Fran Caffrey
Scottie Scheffler en el hoyo 3 durante la jornada de prácticas del Masters de Augusta 2022. © Golffile | Fran Caffrey

Dustin Johnson está encantado. Rory McIlroy está encantado. Jon Rahm está encantado. Y Scottie Scheffler está encantado. Seguramente, Scheffler es el más encantado de todos.

Tiger Woods ha robado todos y cada uno de los focos del Masters de Augusta y ha dejado al resto bajo el radar. Sirva de muestra la anécdota relatada por Rory McIlroy. «Estábamos jugando el lunes el hoyo 9 con mucho público siguiéndonos y de pronto se produjo un éxodo… Fue brutal. Toda la gente se fue al 1 porque salían Tiger, Couples y Thomas. Nos quedamos solos. Tuvimos unos nueve segundos hoyos muy tranquilos». Y Rory, encantado.

Es el efecto Tiger y seguramente el más beneficiado es Scheffler. El flamante Número 1 del mundo se ha evitado mucha atención con la aparición estelar de Woods. Feliz. «No me gusta llamar la atención. Trato de pasar siempre desapercibido. Soy bastante privado con mi vida. No salgo mucho, no soy fan de las redes sociales y pocas cosas me gustan más que una tarde en casa rodeado de juegos de mesa», asegura Scheffler.

El Número 1 del mundo es un tipo normal que tiene una valiosa receta del éxito. Obviamente, Scheffler no la define así, pero no hay que descartar que sea una de las claves de su fabulosa trayectoria en los últimos meses. Nos referimos a su forma de ser fuera del campo.

Pocos conocen a Scheffler mejor que Sam Burns. Son muy buenos amigos, hasta el punto de que esta semana comparten casa en Augusta. Por ello, la definición que Burns hace del Scheffler persona tiene mucho valor. «Su vida no es sólo el golf, va mucho más allá. Sabe que el golf no lo es todo y creo que eso le ayuda mucho porque en este deporte hay muchos momentos malos. Diría que es alguien bobalicón. Es un tipo divertido y algo despreocupado con el que pasar el rato. Es muy genuino. Se relaja y no se toma la vida demasiado en serio, aunque eso no quita para que sea una de las personas más competitivas que he conocido. Anoche estuvimos jugando mucho a las cartas y a los juegos de mesa y odia perder. Una vez lo conoces haría cualquier cosa por ti. Ha sido un gran amigo. Nos conocemos desde hace mucho, mucho tiempo, y ahora nuestras esposas son muy buenas amigas», afirma Burns.

La definición es tan acertada que hasta el propio Scheffler se sorprendió al escuchar lo que había dicho su amigo. «Definirse a uno mismo no es nada fácil. Creo que ha acertado. Me río mucho y no me tomo la vida muy en serio. Sam es igual y por eso lo pasamos bien juntos. Creo que es importante ser capaz de reírse de uno mismo porque vas a tener muchos días difíciles aquí en el TOUR y el golf va a ser muy duro. Perdemos mucho más de lo que ganamos, así que ser capaz de no tomarte demasiado en serio es muy importante porque aquí experimentamos el fracaso semanalmente. He ganado tres de los últimos seis torneos en una de las mejores rachas de golf que puedo tener en mi vida y… he perdido la mitad…».

Se trata, sin duda, de una reflexión valiosa que puede ayudar no sólo a otros golfistas, sino también en otros ámbitos de la vida. A Scheffler, desde luego, le sirve. Le sale natural y le ayuda a desconectar de lo que sucede en el campo de golf.

Otra de las claves en la eclosión de Scheffler como jugador fue la Ryder Cup de Wisconsin. «Me preparó para las grandes citas porque no hay presión mayor a la que se vive en una Ryder Cup». En cuanto a su manera de afrontar el Masters lo tiene claro. «Lo voy a jugar como si fuera el último. Es mi manera de entender la competición. No voy a pensar que voy a tener esto cada año, sino que igual este es el último y lo quiero aprovechar porque llego en muy buena forma».