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Masters de Augusta 2022 | Sergio García

Un heroico Sergio resiste en pie la enésima tunda de Augusta

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Sergio García
Sergio García, durante la segunda ronda del Masters de Augusta 2022.

Sergio García (+2) ha firmado 74 golpes en la segunda ronda del Masters de Augusta y ha pasado el corte. Albricias. Hay que reseñarlo y destacarlo. El golfista de Borriol no jugaba el fin de semana desde que se vistió con la Chaqueta Verde en 2017. 

Igual no lo creen, pero les aseguramos que se ha quitado un señor peso de encima. A Sergio le estallaba la cabeza cada vez que pensaba en ello. Gano el Masters y después no paso el corte. No había manera de asimilarlo. Se había hecho bola. Hoy tiene una espina menos clavada en el costado.

Más allá de la noticia en sí, de que Sergio ha pasado el corte, lo más relevante de este viernes en Augusta en clave García es cómo lo ha hecho. Ha sido algo heroico. Casi salvaje. Anoten. Ha cometido cuatro tripateos en los hoyos 5, 6, 9 y 15. Alguno de ellos, cierto, no aparecerá en las estadísticas porque han sido desde el borde de green, pero son tripateos al fin y al cabo.

Por si fuera poco, en el hoyo 11 ha venido la debacle. Ha cometido un triple bogey demoledor después de mandar al agua su tercer golpe. Sí, ha sido el temido aprochito desde la vaguada de la derecha. «En Augusta cuando no hay rocío la bola siempre se engancha en ese tipo de chips. He hecho el golpe exactamente como pensaba y quería, contando con que la bola se engancharía y frenaría… pero esta vez no tocaba… Ha seguido rodando y ha terminado en el agua. Ahí no las tenía todas conmigo respecto a pasar el corte, la verdad», señalaba García tras su ronda.

A la vista de este parte de guerra, cuatro tripateos y un triple bogey sanguinario pasada la mitad de la ronda, que Sergio haya firmado 74 golpes, terminando con dos birdies estratosféricos en el 17 y 18 y haya pasado el corte, con lo que tenía además en la cabeza de los últimos años, tiene un mérito extraordinario. Es raza pura. Heroico.

La relación de amor-odio de Sergio con Augusta está más que explicada. El campo le encanta, sabe jugarlo, sabe pegar los tiros que hacen falta, sabe ganar este torneo, pero en infinidad de ocasiones tiene la desagradable sensación de que le quita mucho más de lo que merecería por juego. Es un desgaste mental imperial. De hecho, nadie lo define mejor que el propio Sergio. Siente que se sube a un ring de boxeo cada vez que pincha la bola en el tee del 1. Es una sensación muy dura. Sabe que le van a venir golpes por todos lados y que debe aguantar. No hay otra. Así lo decía hoy mismo: «no sé, no sé muy bien cómo explicarlo. Creo que he jugado bastante bien al golf, he hecho 74 golpes y me siento como si hubiera hecho 86. Es duro. Es como si peleara diez asaltos con Canelo», afirma.

Esta misma sensación de Sergio está muy extendida. Augusta va repartiendo tundas a diestro y siniestro. Año sí y año también. No se libra nadie. Pero hoy el español al menos puede decir que le aguantó en pie los 10 asaltos y que mañana se vuelven a ver las caras. Y pasado…

Resultados en directo del Masters de Augusta 2022