Dustin Johnson quiere estar en Roma. Sin rodeos. Sin medias tintas. «Me encantaría jugar la Ryder Cup«, ha asegurado este miércoles en Oak Hill, a pocas horas de que empiece el PGA Championship. Sin embargo, sabe que lo tiene crudo. La clasificación automática es casi una quimera y dependerá de las elecciones del capitán Zach Johnson. En este sentido, Dustin tiene claro que su viaje a Roma se lo tendrá que ganar en los Grandes.
Hay que recordar que la PGA de América incluyó en los rankings de la Ryder Cup a los golfistas de LIV Golf, de manera que se han convertido en elegibles para el capitán. La clasificación para el equipo consta de dos partes, seis jugadores entrarán directamente por ranking, según los puntos sumados a lo largo de los dos últimos años, y otros seis serán elegidos a dedo por el capitán y su equipo. Los puntos se suman en los Grandes y en los torneos del PGA Tour, por lo que los golfistas de LIV tiene prácticamente imposible la clasificación por méritos propios.
No les quedará más remedio que convencer al capitán y no parece una tarea sencilla. Zach Johnson ha dejado claro hoy que no ha ido ni irá a los torneos de LIV Golf, por lo que no está muy al tanto de lo que están haciendo allí los jugadores. Blanco y en botella. O lo hacen muy bien en los Grandes o su elección va a ser muy difícil. Dustin Johnson no se engaña. «No tengo ni idea de si me elegirían. Obviamente, si continúo jugando muy bien durante el resto del año, habrá una posibilidad. Definitivamente me gustaría jugar la Ryder Cup. Es uno de mis torneos favoritos, sobre todo después de la última Ryder Cup donde tuve una muy buena semana. Y, sí, es un evento impresionante; y sí, me encantaría formar parte de él», asegura.
La declaración de intenciones ya está hecho. Lo puede decir más alto, pero no más claro. Ahora queda lo más difícil. «Conozco a Zach desde hace mucho tiempo, así que estoy seguro de que está al tanto de todo. Nunca se sabe. Obviamente, si jugamos bien los próximos tres majors, y jugamos un golf bueno, sólido y consistente el resto del año, quién sabe lo que pasará», afirma.
Dustin Johnson llega engrasado al PGA Championship. Justifica su mal inicio de temporada en un tirón en la espalda que sufrió en el Saudi International y que descolocó durante un tiempo su swing. Ahora está en perfecto estado de revista, como demostró con su victoria el domingo en el LIV de Tulsa. «Jugué muy bien los tres días y lo hice todo bien. Estoy jugando bien, controlando la distancia con los hierros, empezando a jugar mejor con el wedge, y luego embocando unos cuantos putts», afirma.
En esta línea, el campeón de dos Grandes, un US Open y un Masters, rechaza la idea de que tenga algo que demostrar en semanas como ésta en Oak Hill. «No necesito demostrar nada. Ya lo he hecho durante muchos años. Igual que los demás. Lo único que ha cambiado es que jugamos en otro sitio, pero no el tipo de golfista que somos. Sigo jugando contra golfistas increíblemente buenos. Para ser sincero, las puntuaciones de los últimos torneos que hemos jugado han sido mucho más bajas de lo que pensaba. Tienes que jugar bien todos los días si quieres tener la oportunidad de ganar», defiende.
