Jon Rahm lo tiene claro. Sabe que puede ganar el Open Championship. Ha conseguido al menos darse una oportunidad el domingo. Difícil, sí, por supuesto, pero hay una ventana abierta. También sabe, no se engaña, que necesitará su mejor golf y una vuelta redonda para conseguirlo. Son cinco golpes de desventaja son Louis Oosthuizen, cuatro con Collin Morikawa, dos con Jordan Spieth y uno con Corey Conners y Scottie Scheffler. A todos los ellos los debe superar mañana. Cualquier opción de victoria pasa por rubricar este domingo, cuanto menos, la mejor vuelta del día.
Insistimos en la misma idea: la misión es muy complicada y Jon necesitará que todo ruede a su favor. En este sentido, al menos desde el punto de vista psicológico y emocional, el karma ha decidido viajar de Ohio al Open Championship para darle a Jon un primer empujón para afrontar el desafío.
El golfista de Barrika jugará este domingo la última ronda en Royal St. George’s, la ronda de la remontada, con Scottie Scheffler. Más allá de ser una magnífica compañía, un jugador agresivo como él y con mucho birdie, el golfista de Nueva Jersey le va a traer a Rahm muy buenos recuerdos. No en vano, la última vez que jugaron juntos fue en la tercera jornada del Memorial Tournament, aquella en la Jon rubricó una de las mejores actuaciones de su vida, si no la mejor, y firmó 64 golpes, ocho bajo par. Hacer ocho bajo par mañana puede ser una quimera, pero igual no necesita ni siquiera un resultado tan bajo. Lo que sí le hará falta será cuadrar una jornada de golf como aquella, a ese nivel, con un golf que rozó la perfección. Ya lo hizo una vez, hace bien poco y encima tendrá a alguien para recordárselo. Un bonus.
El karma ya viajó de Ohio a Torrey Pines para terminar de certificar la histórica victoria de Jon y ahora ha vuelto a hacer las maletas para intentar ayudar en Sandwich Bay. Curiosamente, entre el último US Open y esta ronda final del British hay muchas semejanzas. Sin ir más lejos, nada menos que cinco de los jugadores que saldrán este domingo con opciones de victoria en el Open salieron también en los cinco últimos partidos en Torrey Pines. Los que repiten son Louis Oosthuizen, Collin Morikawa, Scottie Scheffler, Mackenzie Hughes y el propio Jon Rahm. También en el US Open tuvo que remontar el de Barrika y también entonces el líder era Louis Oosthuizen. Eso sí, hay un matiz diferencial importante. En San Diego tenía tres golpes de desventaja y aquí son cinco. La operación remontada es parecida, aunque un poco más difícil.
Mañana se dirimen también otras dos batallas de mucho lustre y que tienen una emoción tremenda. Por un lado, se determinará quién ha sido el mejor jugador en relación al par en la suma de los cuatro Grandes. La lucha no puede estar más igualada. A falta de lo que ocurra este domingo en St. George’s, Rahm y Oosthuizen están empatados en -20, con Collin Morikawa en tercera posición a cinco golpes y Jordan Spieth, cuarto, a ocho golpes. Todo apunta a que este título honorífico se disputará en un mano a mano entre Rahm y Oosthuizen. Más motivación.
La otra batalla pendiente es la del Número Uno del mundo. Jon Rahm recuperará el sillón si queda por delante de Dustin Johnson. Da igual en el puesto que sea, sólo con quedar por delante del jugador de Carolina del Sur será suficiente. Hay incluso alguna carambola en la que también podría ser el Número Uno quedando por detrás de Dustin Johnson, pero habría que mirar el caso concreto. Les ponemos un ejemplo: si Jon finaliza el 30º y Dustin Johnson es 29º, Jon sería el Número Uno. Pero ya les decimos, habría que ir a cada caso concreto porque los saltos de puntos que se otorgan van variando según sea el puesto más alto o más bajo. La única regla matemática que no falla es que acabando por delante será Número Uno de nuevo.
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Rahm saldrá a jugar con Scheffler en el antepenúltimo partido del día a partir de las 15.15, hora peninsular española. Lo hará veinte minutos antes del partido estelar. Mientras, Sergio García saldrá a jugar cuatro horas antes de Jon junto a, de nuevo, Ben An. El golfista de Borriol ha firmado hoy una tarjeta de 73 golpes y ha bajado al resultado de par. Se ha dejado muchas posiciones en la clasificación, aunque aún tiene margen para solucionarlo este domingo. Se encuentra a tres golpes del top 25, precisamente el puesto que tenía antes de la tercera jornada.
