La semana pasada Adri Arnaus estuvo en una pequeña tienda de Gullane, un maravilloso pueblo escocés que rezuma golf e historia. Gullane es, entre otras cosas, el pueblo de Muirfield. Allí, en esa tienda, el dueño le estuvo contando ‘batallas’ de golf. Y allí, Arnaus, se compró un set de palos de madera de hickory que, según le aseguraron, tenía como poco 135 años.
Adri no los ha comprado como coleccionista. Su intención no es guardarlos en una caja o presumir de ellos colgados en el salón de su casa. El golfista de Moià quiere jugar con ellos, pegar bolas, saber, aunque sea de manera remota, lo que sentían aquellos pioneros del Open, los Old Tom Morris, Willie Park Sr., James Braid y compañía.
En aquella pequeña tienda de Gullane empezó su inmersión en este histórico Open Championship que celebra su edición 150. «Me gusta mucho la historia. Me gusta andar el campo pensando cómo se jugaba entonces y, sobre todo, cómo diseñaron el campo, por qué hicieron esto o lo otro, en qué pensaban. Me gusta mucho el diseño de campos y, desde luego, aquí sabían muy bien lo que hacían», asegura Arnaus.
La pasión de Arnaus por la historia del golf y los links viene de lejos. Ya en 2015 viajó a este bello rincón escocés para jugar el St Andrews Links Trophy. Tenía 20 años. Hasta aquí se vino con Mario Galiano, Iván Cantero y Xabi Gorospe, su caddie hoy en día. El torneo se jugaba a tres rondas y sólo la última era en el Old Course. Había que pasar el corte para pisar el santuario. Los cuatro superaron la criba y Arnaus fue el mejor ese día con una vuelta de 73 golpes. Mimetizado hasta el tuétano.
Arnaus ha jugado hoy 16 hoyos. Ha empezado con Sergio García y Patrick Reed, bajo la atenta mirada de su entrenador Nacho Garrido. No es un mal cicerone para el Old Course, ni mucho menos. Garrido ha jugado dos Open Championship en este campo (2005 y 2010) y la última vez acabó en el puesto 14º, su mejor resultado en el torneo. Nacho le iba marcando las líneas, algunos ángulos que parecen imposibles, pero que son, vaya si son. Como la salida del 4, apuntando entre la grada y la torre del green del 13.
Por si le faltaba algún detalle para incrustarse en la historia del Open, Adri jugará las dos primeras rondas con Ernie Els. Casi nada. «El objetivo de esta temporada era jugar los Grandes, todos los que pudiera, pero sobre todo jugar éste, el Open en St Andrews con esta historia, con estos 150 años». Que usted lo disfrute. Se lo ha ganado.
