Habló Augusta. Habló la PGA de América. Habló la USGA. Y hoy ha hablado el Royal and Ancient. Han hablado los cuatro Grandes sobre LIV Golf y ninguno ha sido tan contundente y agresivo contra la nueva liga saudí como los organizadores del Open Championship. No hay medias tintas.
No quieren a LIV Golf, no les gusta y no se identifican con los valores que transmiten. Aseguran, sin tapujos, que LIV no es bueno para el golf y que va en contra de los ideales que ellos pretenden transmitir. «Creo que el modelo que hemos visto en Centurion y Pumpkin Ridge no es el mejor para los intereses de nuestro deporte en su conjunto a largo plazo y está totalmente impulsado por el dinero. Creemos que socava la cultura basada en el mérito y el espíritu de competición abierta que hace que el golf sea tan especial», ha asegurado hoy Martin Slumbers, jefe ejecutivo del R&A. Cristalino. Cero tibieza.
Su reflexión para aquí. Va más allá y carga sin paños calientes contras los que alardean de que LIV Golf está haciendo crecer el golf. «El comentario continuo de que esto se trata de «hacer crecer el juego» no es creíble. De hecho, está perjudicando la percepción de nuestro deporte, una percepción en la que estamos trabajando muy duro para mejorar. Creemos que el golf debe centrarse en aumentar la participación, lograr una mayor diversidad y asegurarse de que está realmente abierto a todos, en lugar de este estrecho debate que implica sólo a un pequeño número de jugadores», ha comentado.
Obviamente, Slumbers no se mete en la decisión personal de cada jugador de pertenecer a LIV Golf, pero deja claro que no les van a poner las cosas fáciles. «Creo firmemente que el ecosistema actual del golf ha proporcionado con éxito vías estables para que los golfistas entren en este deporte y desarrollen todo su potencial. Los golfistas profesionales tienen derecho a elegir dónde quieren jugar y aceptar el dinero del premio que se les ofrece. No tengo nada que ver con eso», ha dicho.
Sea como fuere, el campo de minas se está diseñando en los cuarteles generales del Royal and Ancient. No se puede entender de otra manera este comentario: «no entra en nuestra agenda prohibir a los jugadores de LIV Golf participar en el Open (iría en contra de lo que está impulsando)», pero advierte rotundo: «Revisaremos nuestros criterios de exención y calificación para el Open. Y aunque lo hacemos todos los años, nos reservamos absolutamente el derecho a realizar los cambios que nuestro comité considere oportunos. Los jugadores tienen que ganarse su lugar en el Open y esto es fundamental para su espíritu y su atractivo único». Blanco y en botella. Lo van a poner muy difícil. Ahora toca estudiar la manera.
Que nadie espere, por tanto, un número de exenciones determinadas a los miembros de LIV Golf. Se tendrán que clasificar por ranking mundial, si es que terminan recibiendo puntos, o a través de las previas. No van a prohibir, pero lo van a poner muy complicado. Ningún Grande había hablado de manera tan clara sobre este aspecto.
En cuanto a la decisión de que no esté Greg Norman esta semana en los festejos de la 150 edición del Open, Slumbers se ha mantenido firme en su argumento con una pulla al australiano: «Greg no ha estado aquí desde 2010. No vino en 2015. De hecho, hace muchos años que ni siquiera viene a The Open. Así que entendemos que habría habido otra razón para querer estar este año. Teníamos muy claro que necesitábamos proteger la integridad de esta semana», ha sentenciado.
