Las condiciones de juego en St Andrews este viernes no pueden ser mejores en la segunda jornada del The Open Championship. La noche ha estado pasada por agua y la mañana ha comenzado también húmeda. Apenas sopla viento y conforme pasen las horas la predicción asegura que va a dejar de llover y el viento se va a terminar de calmar casi por completo en las últimas horas del día.
Si a este escenario tan benévolo para la práctica del golf le unimos que las posiciones de bandera hoy no están tan difíciles como el jueves, la conclusión es que hay que estar preparados para ver muchos resultados bajos hoy en el Open Championship… y algunos muy bajos.
En el momento de escribir esta crónica, con el primer partido ya acabado, están o han estado en el campo un total de 63 jugadores, de los cuales 30 marchan bajo par, 15 al par y 18 sobre par. Por supuesto, hay que jugar bien para hacer pocas y hay que seguir metiendo putts, sin embargo la lluvia ha ayudado a debilitar la gran defensa que tenía el campo esta semana: la firmeza de su calles y greenes.
El campo sigue estando duro, claro está, pero no tanto como ayer. Esto significa que los jugadores van a ser capaces de controlar más y mejor dónde quieren que acabe su bola desde el tee de salida, lo que directamente se transforma en dejar los peligros fuera de acción, siempre y cuando, obviamente, se juegue bien.
En el momento de escribir está crónica de situación, el mejor en el campo era Sergio García con un parcial de cinco menos en 11 hoyos.
