Jon Rahm no ha ganado el Open Championship. Realmente, ni siquiera ha tenido opciones reales de conquistarlo en ningún momento este domingo. Por un lado, Brian Harman lo ha puesto muy difícil y, por el otro, al golfista de Barrika le ha faltado ese cambio de marcha necesario, ese apretón en los primeros hoyos que meta presión al líder y libere compuertas que parecían cerradas. Lo más cerca que ha estado ha sido a tres golpes y ha durado apenas cuatro minutos. Fue en el hoyo 5. En el 6 volvían a ser cuatro de diferencia por culpa de un birdie de Harman.
Jon ha empezado realmente bien la última ronda del Open. Ha pegado buenos tiros desde el tee y, sobre todo, los hierros iban funcionando al mismo nivel que el sábado. Pintaba bien. De hecho, en el hoyo 5 se encontraba con un golpe de fortuna extraordinario y más de uno pensó en aquello de la suerte de los campeones. Falló la salida por mucho por la izquierda y de manera casi milagrosa su bola evitaba los arbustos. Había un pequeño claro, un minúsculo prado rodeado de bushes y ahí le esperaba su bola para el segundo golpe. Lo aprovechaba con un gran birdie.
De ahí al 9 ha estado probablemente la clave de este domingo. Necesitaba un empujón, algo más, pero los putts no entraron, sobre todo uno claro de menos de cuatro metros en el 8. Además, acto seguido caía el bogey en el 9. En su primer green fallado. Muy cruel. Ahí se acabó.
Jon no ha ganado, pero termina en la segunda posición. Es su mejor resultado en el Open Championship y su primer segundo puesto en los Grandes. Tiene dos primeros, ahora un segundo y un tercero en el US Open. Viniendo de donde venía el jueves es para estar tremendamente contento. Desde el puesto 89º que partió en la primera jornada, ha llegado a la segunda posición. Fina de semana de nueve bajo par, ronda final de 70. Poderío tremendo y mucha fe.
Su segundo puesto no es la única gran noticia que deja el golfista de Barrika. Jon no ha dudado en declarar oficialmente abierto el segundo arreón del año. El primero ya saben cómo acabó: cuatro victorias y el triunfo en el Masters. «Me han venido muy bien las tres semanas de descanso. Es la razón por la que he acabado segundo. Lo necesitaba. El mal juego del último mes tiene que ver más con el cansancio que otra cosa. Las tres semanas me han venido increíbles. Ganar quita mucho y aún no me había recuperado de lo de Augusta. Puedo decir que esta semana es la primera vez que me siento igual de bien que la semana anterior a ganar el Masters», asegura. Mucho cuidado porque el bicho lanza una seria advertencia.
A Jon aún le queda mucho por pelear en este 2023. Lo próximo serán los Playoffs de la FedEx Cup, acto seguido jugará en Wentworth, Ryder Cup y Open de España. Casi nada. Mucha cita importante donde quiere poner los cinco sentidos. Nada le haría más ilusión ahora mismo que ser el primer español en ganar la FedEX Cup. A Jon le ha vuelto a afilar la mirada, el león de Barrika vuelve a rugir con más fuerza que nunca.
