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Crónica de la victoria de Brian Harman en el Open Championship

Brian Harman no deja ni las migajas a la jauría

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Brian Harman posa con el trofeo de ganador del Open Championship 2023. © The Open
Brian Harman posa con el trofeo de ganador del Open Championship 2023. © The Open

Brian Harman (-13) ha ganado la 151ª edición del Open Championship con una templanza y superioridad dignas de estudio. Desde luego, dignas de toda admiración. El estadounidense ha firmado una tarjeta final de 70 golpes y realmente, visto a toro pasado, no ha dejado fisura alguna por la que pudiera colársele una remontada. Quien quisiera ganarle iba a tener que hacer muchos birdies y tampoco estaba el día para tales dispendios (es verdad que el viento no ha sido protagonista, tampoco hoy, pero el agua no ha dejado de caer a lo largo y ancho de toda la jornada, minando gota a gota las capacidades de todos los candidatos).

Ahora, después de verlo gobernando con tal suficiencia una de las cuatro grandes citas del año, es cuando toca cavilar acerca de por qué este hombre sólo llevaba dos triunfos en el PGA Tour, el último de ellos hace más de seis años. Más allá de una consistencia marmórea que le ha permitido siempre mirarle a los ojos a los cracks mundiales, eso es verdad, a este jugador de 36 años de edad le ha faltado pegada. Y no desde el tee, precisamente, aunque tampoco sea un jugador que vaya largo. Hablamos de la otra pegada, la que deja fuera de combate a tus rivales cuando el triunfo anda en juego.

Un tipo de pegada, qué cosas, que le ha sobrado en esta ronda dominical tan de British, con agua de principio a fin. Tan solo en dos o tres momentos de la ronda Harman ha podido llegar a sentirse incómodo. El primero tenía lugar cuando, después de hacer bogey en el hoyo 2, estaba a punto de irse fuera de límites en el 3 y terminaba salvando un par gracias a un putt salvador de unos tres metritos. El segundo llegaba casi a continuación, cuando Jon Rahm (-7) convertía el birdie en el 5 y él, a continuación y después de mandar la bola a un bush de salida, firmaba el bogey. En ese punto, con más de dos tercios de vuelta por jugar, su imperial ventaja de seis golpes con el español había quedado reducida a tres, pero la reacción del pequeño gran jugador de Savanah no se hacía esperar, con birdies consecutivos en los hoyos 6 y 7, embocando desde una distancia media y larga.

Por último, ya en el tercio final, al estadounidense le caía un bogey más en el 13, par 3, pero enseguida, sin dar tiempo a que nadie se reagrupara en busca de la carga final, respondía con un birdie bestial en el 14, pues enchufaba un putt de doce metros y, ahora sí, finiquitaba el negocio.

Además, cada cual, a su manera, allanaba el camino de Harman. Comenzando por el mejor jugador sobre el campo de tee a green, el austriaco Sepp Straka (-7), que perdonaba y perdonaba en lo greenes. Straka, en cualquier caso, probablemente se ha ganado esta semana una plaza en el equipo europeo de la Ryder. Queda poco tiempo ya y su torneazo en Royal Liverpool pesará lo suyo.

Tampoco Jon era capaz de cambiar la marcha, aunque nada puede reprochársele al jugador vasco, que no ha dejado de intentarlo y hasta de procurarse opciones de birdie. Pero hoy hacía falta magia en los greenes para de verdad poner en apuros a un líder tan sólido, y hasta ese punto no le llegaba. Para colmo, el español tampoco sacaba adelante las dos recuperaciones a las que se enfrentaba, en los hoyos 9 y 14… Demasiado aire para el líder. De todos modos, una vez más, el balance general de este jugador es abrumador: ganador del Masters, segundo en el British y décimo en el US Open… Es una factoría de excelentes estadísticas, récords y registros. Entre otras cosas, para la historia queda su 63 del sábado, el mejor resultado en una ronda del golf español en la historia de los Grandes, igualado con aquel otro 63 de Olazábal en el PGA del año 2000.

Rory, que había hecho lo más complicado, tres birdies por los primeros cinco hoyos, después se frenaba, y Tom Kim, que después iba a entregar la mejor tarjeta del día y de los últimos partidos (67), había comenzado concediendo demasiado terreno con bogeys en los hoyos 1 y 2. Cameron Young, compañero del ganador en el partido estelar, no enhebraba dos hoyos seguidos buenos, Sharma y Fleetwood no carburaban del todo, Grillo venía desde muy atrás…

Harman es desde luego un ganador sorprendente, a sabiendas incluso de la casi ilimitada capacidad de sorprender que guarda este deporte. Pero eso no quiere decir que haya ganado por deméritos de los demás. Antes bien, él ha sido capaz de marcar una línea sideral entre él y el resto; él ha sido el único capaz de jugar los cuatro días por debajo del par. Poco más puede añadirse. ¿Encontrará la manera de darle a este rotundo éxito cierta continuidad? En los próximos play off de la Fedex Cup va a tener una gran oportunidad de demostrarlo. Y habrá que ver si incluso encuentra un hueco en el equipo norteamericano de la Ryder…

Resultados finales del Open Championship 2023