Puede que el debut de Nacho Elvira (+1) en un Grande no haya sido exactamente el soñado por el jugador cántabro, toda vez que no ha podido ganarle la partida a un bravo Royal Liverpool, pero su actuación ha sido desde luego muy convincente, puesto que hay que reconocer que su vuelta de 72 golpes ha resultado algo cicatera, respecto al interesante despliegue de juego del español.
Según pasaban los minutos después de entregar su primera tarjeta en una gran cita parecía irse dando más y mas cuenta de que, para empezar, la cosa tampoco había estado tan mal. De entrada se ha sentido bien en el campo, en perfecta sintonía con Pello Iguarán, su caddie, lo que no es poca cosa… Uno nunca sabe cómo va a reaccionar cuando se enfrenta a un reto de este calado por vez primera y resulta que Nacho tampoco ha acusado los nervios, ni siquiera en los primeros hoyos de la vuelta.
Si de algo está orgulloso el jugador español es de haber seguido fielmente el plan que él y Pello habían establecido. Un plan, todo hay que decirlo, más bien conservador, pero es que es lo que toca ante semejantes banderas de major, algunas de ellas realmente vertiginosas. Y también de lo suelto que se ha visto en muchos momentos de la vuelta para pegar ese tiro que tocaba. El hierro 7 en el 9, por ejemplo, donde sacaba el birdie. Por no hablar del putt de 18 metros que enchufaba en el hoyo 13 y que, aunque suene a locura, estaba tirado con toda la intención del mundo (“si consigo llevar la bola entre estas dos manchas, la metemos seguro” le había dicho Nacho a Pello antes de pegarle a la bola).
Esto no ha hecho más que empezar, pero no le va a costar demasiado a Elvira exprimir en el análisis toda la parte buena de la ronda, porque ha sido abundante.
