Adrián Otaegui (-4) ha entregado una tarjeta de 67 golpes en la primera jornada del Open Championship en Royal Liverpool. Se coloca a un impacto del liderato que comparten Tommy Fleetwood, Christo Lamprecht y Emiliano Grillo. Vueltón. Inicio espectacular.
De hecho, es el mejor comienzo de un jugador español en el Open desde 2014. El último -4 en jueves de British lo entregó Sergio García, curiosamente en la última edición que se jugó en Royal Liverpool antes de esta semana. Por cierto, Sergio acabó segundo hace nueve años. Así, como precedente, no suena nada mal.
Pues bien, ni siquiera todos estos buenos datos van a conseguir alterar un ápice el número de pulsaciones de Otaegui. Ni los precedentes, ni su enorme parcial de cuatro menos en los últimos nueve hoyos, ni el hecho de verse en las pizarras de líderes (que se ha visto)… Nada altera el plan de juego del golfista de San Sebastián. Lo dice, y además es verdad. No se da importancia. Sabe que esto es muy largo y que aún queda mucho camino por delante.
Lo que nadie le va a quitar ya es haber igualado su mejor ronda de golf en un Grande. Curiosamente, la de hoy era la número 13 (no esperen que un pirata sea supersticioso). Empata con los 67 golpes que firmó en la segunda de su carrera en los majors, en el PGA Championship de 2018 en Bellerive. En la tercera de aquel PGA también jugó bajó par, con 69 golpes, y ya no consiguió entregar una tarjeta en rojo hasta hoy. «Estoy contento, pase lo que pase, estoy contento, pero vamos, ahora mismo no pienso en otra cosa que en el plato de pasta que me voy a comer ahora», explicaba a los medios tras firmar su resultado.
Otaegui no piensa en lo que ocurrirá mañana en la segunda ronda, ni el domingo, ni en la Ryder, ni en las diez tarjetas del PGA Tour que repartirá la Race to Dubai a final de temporada, ni en nada que vaya más allá del próximo minuto. Es su manera de actuar, es el esfuerzo mental que está haciendo continuamente para vivir siempre el presente. No siempre se consigue, pero desde luego Adrián lo logra más que la media. No es postureo. Es su manera de jugar al golf y de vivir. Otaegui sólo piensa en lavarse los dientes cuando ha terminado de comer. Nunca antes.
Hay que recordar que Otaegui, ganador de cuatro torneos, tuvo un parón de cuatro semanas sin competir en el Circuito Europeo a causa de la sanción que le impuso el DP World Tour por su participación sin permiso en los torneos de LIV Golf en 2022. Volvió hace 15 días en el Made in Himmerland de Dinamarca y jugó también el Scottish Open la semana pasada. «Competí en el torneo de la PGA en Meaztegi porque me venía muy bien y después he entrenado más en el campo durante este parón que en la cancha de prácticas porque la obsesión era no perder el ritmo de competición», explica.
