A las 13.18 de Los Ángeles, nueve horas más en la España peninsular, Rickie Fowler (-8) embocaba un putt de par en el hoyo 9 y se metía por la puerta grande en la historia. Sus 62 golpes en el North course de Los Angeles Country Club se convertían en ese justo momento en la vuelta más baja de la historia del US Open. Jamás se había visto algo igual en las 122 ediciones anteriores. Fanfarrias y cornetas. Gente pellizcándose. Caras de asombro. Júbilo en California. A las 13.40 de Los Ángeles, Xander Schauffele (-8) entregaba el segundo 62 de la historia del US Open. Cero en 122 años y dos en 22 minutos. Como para entenderlo. Por cierto, por el mismo precio, los dos han igualado también la mejor ronda de todos los tiempos en los majors, en poder de Branden Grace desde el Open Championship de Royal Birkdale en 2017, tercera ronda.
Es lógica la tentación de los amantes de las usga-carnicerías de pensar en decepción, de esto ya no es lo que era, de este no es el US Open que me lo han robado. Sin embargo, conviene poner en justa perspectiva los resultados. Hay dos tarjetas de 62 golpes entregadas en la casa club. Eso es un dato objetivo e irrefutable y jamás había pasado antes. Es obvio que el campo, su preparación, ha puesto de su parte. Pero además, la mañana ha sido inmejorable, una finísima lluvia adormecía un poco más si cabe las calles y greenes del recorrido en las primeras horas de juego y no ha soplado una gota de viento. Eran las condiciones ideales para que los jugones saltaran la banca.
Dicho esto, sí, hay dos tarjetas de 62 golpes, pero sólo 16 jugadores han terminado bajo par por la mañana, el tercer puesto es tres bajo par y el -1 se ha quedado a las puertas del top 10. Básicamente, se han salido dos jugadores y lo demás entra dentro de una cierta lógica. Es innegable que no ha sido una usga-carnicería, pero de ahí a pensar que el campo estaba asequible, media un abismo. Dieciséis jugadores han bajado del par y 52 han perdido la partida con el campo. Sigue siendo un test duro, pero no trágico.
Fowler y Schauffele han firmado el mismo resultado, pero de manera bastante diferente. Rickie lo ha construido con un putter descomunal, mientras que Schauffele, que también ha metido sus puritos aquí y allá, se ha apoyado en un juego de tee a green de vértigo. Los parciales de 32 golpes de ambos en los segundos nueve hoyos del North course son una pasada.
La clasificación del US Open se ha roto en la parte de arriba, aunque habrá que ver qué ocurre por la tarde. Los resultados bajo par marcan la diferencia de los que han empezado con buen pie este Grande frente a los que se están dejando ya mucho trabajo por delante. Así, hay que destacar las vueltas de Scottie Scheffler (-3), remontando tras un inicio complicado, Bryson DeChambeau (-3), Max Homa (-2), Viktor Hovland (-1) o Jon Rahm (-1).
Entre los que han perdido ya el US Open están Justin Rose (+6), Tyrrell Hatton (+4), Jason Day (+3), Adam Scott (+3), Tommy Fleetwood (+3) o Justin Thomas (+3). Siempre les queda alguna opción, pero es realmente remota.
