Inicio US Open US Open 2023 Sergio solo volvería al PGA Tour si LIV dejara de existir
Habla con Ten Golf de los Grandes, el acuerdo, su futuro en el PGA Tour y la Ryder Cup

Sergio solo volvería al PGA Tour si LIV dejara de existir

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Sergio García
Sergio García. (Kathryn Riley/USGA)

«Chicos, estamos listos para mañana». Lo dice Sergio García después de que todo su partido haya pegado el segundo golpe en el hoyo 18 este miércoles. No le falta razón. Han sido cuatro tirazos. Cuatro opciones claras de birdie. Sus compañeros de entrenamiento son Ross Fisher, Jacob Solomon y Vincent Norrman. Un cuarteto variopinto donde los haya. Todos ríen.

Esto es sólo una muestra del buen rollo que va destilando Sergio a cada paso. Charla con Solomon como si lo conociera de toda la vida bajando la calle del 16, compartiendo anécdotas de la previa que los dos jugaron (y pasaron) en Dallas, le pide el driver a Norrman para probar las sensaciones y le hace una carantoña a Fisher tras soltar un drivazo en el tee del 18. Ríe mucho, interactúa con el público, firma autógrafos en cada tee y en cada green, comparte información con sus compañeros-rivales sobre caídas, estrategias, elecciones de palo, choca el puño con un periodista japonés al que hace mucho tiempo que no ve… En una palabra: es feliz. No es pose.

A Sergio se le ve con ganas de Grande, de disfrutar este US Open después del sinsabor de quedarse fuera del PGA Championship. No quiere hacer mala sangre sobre su ausencia y, aunque no lo reconoce, le dolió. «Las cosas son como son y hay que aceptarlas. Es lo que es. Yo intento jugar lo mejor posible para clasificarme a todos los Grandes que pueda porque me gusta y soy competidor, pero a veces hay que aceptar que no se pueden jugar todos. No tenía pensado que me pudieran invitar, aunque cuando sí invitaron a Paul Casey pensé uy, igual me invitan a mí, pero no había tutía», explica a Ten Golf.

A Sergio se le ve disfrutando especialmente en este US Open. Es como si de repente valorara más el hecho de jugar un major al sentir que la clasificación no está garantizada, como así ha sido en su caso entre el año 2000 y 2023, etapa en la que jugó todos los Grandes posibles a excepción del Masters de 2020 por covid. Mientras pueda, Sergio tiene claro que va a jugar todos los Grandes, irá a las previas que hagan falta y confía en que algún día se solucione el ranking mundial para LIV Golf y darse también la oportunidad de regresar al top 50 mundial. Dos semanas antes del Open Championship jugará también la previa del British en Liverpool.

Ni siquiera la tremenda casualidad de cruzarse con Rory McIlroy antes de entrar en el vestuario le quita la sonrisa. El norirlandés y el español han salido a jugar nueve hoyos este miércoles a la misma ahora, aunque uno por el hoyo 1 y el otro por el 10. Han acabado al mismo tiempo y han accedido al vestuario casi a la vez. Los caprichos del destino. Ni se han mirado. La relación es inexistente, aunque Sergio no tendría ningún problema en sentarse con Rory y tratar de arreglar lo que haya que arreglar.

García, como todos, entiende que el acuerdo entre el PGA Tour, DP World Tour y LIV Golf debe ser positivo para el golf, aunque matiza que no sabe nada y que habrá que esperar cómo cuaja esta operación para poder dar su opinión. Sea como fuere, no tiene mucha intención de cambiar su actual calendario. «Si LIV Golf mantiene su calendario de 14 torneos, yo lo voy a seguir jugando y no tengo intención de ir al PGA Tour. Para qué. Sólo trataría de volver al PGA Tour si LIV no existiera por jugar en algún lado. Uno de los motivos por los que firmé con LIV fue para jugar menos torneos. Tengo un calendario que me encanta, LIV y los Grandes. No tendría mucho sentido ahora jugar los de LIV y además cuatro o cinco del PGA Tour, los Grandes… y al final me voy a 30 torneos. Como haga eso me echan de casa», bromea.

Tampoco varía su posición respecto a la Ryder Cup. El acuerdo de todos los circuitos no cambia nada. «Ya me dijeron que este año no me querían allí, así que nada, este año no juego seguro», sentencia. Ya saben lo que hemos venido explicando desde hace tiempo en esta web, no es una cuestión de Luke Donald ni del DP World Tour, la razón de fondo es su relación con Rory McIlroy y el deseo de Donald de no crear mal ambiente en el vestuario de Roma.

Volviendo a los Grandes, como si de un guiño a esa extraordinaria trayectoria se tratara, Sergio volverá a jugar en competición oficial con un driver de Titleist más de 20 años después. La última vez fue en la temporada 2001, poco antes de firmar su acuerdo con TaylorMade, empresa con la que estuvo ligado 15 años. «Estaba utilizando un driver antiguo y quería probar con algo más moderno. He estado entrenando en casa dos semanas con este driver y me siento bastante cómodo, me gusta cómo sale la pelota. Lo estreno en torneo esta semana», sentencia.

1 COMENTARIO

  1. No debería querer volver. Si lo que estaba deseando era perderlos de vista.
    Además es un gran competidor, según dice, pero prefiere irse a un circuito donde no hay problemas para mantener la tarjeta.
    En fin. Obras son amores…

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