Un US Open en la costa oeste es siempre especial. Los horarios marcan. Todo arranca más temprano, pero este miércoles mucho más. Son las siete de la mañana y el centro de prensa de Los Angeles Country Club, situado a la izquierda de la calle del hoyo 10, junto a la gran carpa de la tienda oficial y a vista de pájaro del campo de prácticas, es un hervidero. Una vez más una noticia ha cogido con el paso cambiado al periodismo. No corren buenos tiempos para los plumillas. Primero la fusión y ahora la baja médica de Jay Monahan. El objetivo es saber qué ha pasado y para ello no existe otro método que preguntar, preguntar y preguntar.
El estado de salud de Monahan es algo así como un secreto de estado. No esperen una versión oficial. El PGA Tour no va a revelar nada, al menos de momento. Sin embargo, sí les podemos dar una versión oficiosa, en penumbra, sin luz ni taquígrafos y, por supuesto, off the record. Es lo que se cuece, lo que nos llega hablando con uno y con otro.
Fuentes muy próximas al PGA Tour aseguran que el problema de Monahan es estrés. «Está exhausto», aseguran. Ha petado, que diría un milenial. Han sido semanas de muchísima tensión. Apuntan personas bien informadas que el problema de salud del comisionado del circuito americano no es nada en comparación con las dificultades económicas que se avistaban en el futuro del Tour. La huída hacia adelante con la creación de los millonarios torneos designados tenía los días contados. No parecía sostenible.
En este escenario es donde aparecen dos hombres: Jimmy Dunne y Ed Herlihy. Son socios de Augusta National y pertenecen a la junta de dirección del club. Multimillonarios y amantes del golf. Son ellos los que propician la reunión con Yassir Al Rumayyan y PIF y son ellos los que cierran el acuerdo tras siete semanas de complejísimas conversaciones.
Dicen periodistas cercanos a Monahan que, una vez resuelto esta difícil papeleta, necesaria por la situación económica, pero indeseable desde el punto de vista de su postura inicial con todo el tema de LIV Golf, Monahan ha pedido un tiempo muerto para recuperarse. Nadie se cree que sea un paso al lado. Nadie se cree que la era de Monahan se haya terminado. En las entrañas del US Open al menos existe la convicción de que volverá. Insistimos: versión oficiosa.
