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El grandioso estreno del Volvo Masters en 1988

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Nick Faldo.
Nick Faldo.

La primera edición del Volvo Masters se celebró en 1988. Arrancaba entonces una nueva etapa en el European Tour. Era la primera gran final como tal del Circuito Europeo, un torneo extraordinario que reunía, de verdad, a los mejores del continente y donde se repartía una excelente bolsa de premios que incluía además bonus para los quince primeros del orden de mérito. Valderrama centraba todas las miradas. Esplendor en la hierba.

El primer Volvo Masters se disputó del 27 al 30 de octubre y no defraudó, más bien al contrario, superó todas y cada una de las expectativas posibles. Fue un torneo de babero. El sueño de cualquier anfitrión. Basta simplemente con echar un vistazo a la clasificación final para empezar a salivar. Venció Nick Faldo tras una batalla final fantástica contra Seve Ballesteros y Sandy Lyle. En cuarta posición terminó Ian Woosnam.

Los cuatro primeros clasificados en aquel estreno triunfal del Volvo Masters eran o iban a ser campeones de Majors, eran o iban a ser campeones del Masters de Augusta. Pero hay más. En aquel año 88, Seve venía de ganar su tercer British Open en el Royal Lytham & St. Annes y Lyle se había impuesto en el Masters de abril. Entre los cuatro habían ganado en Europa sólo ese año trece torneos: cinco para Seve, tres para Woosnam, otros tres para Lyle y dos para Faldo. Alucinante.

Aquel domingo 30 de octubre se produjo una especie de alineación planetaria del deporte. Fue un día histórico, aunque probablemente entonces no se sabía con tanta rotundidad. Aquella misma jornada, antes de que Faldo ganara el Volvo Masters, un tal Ayrton Senna conquistaba en Japón su primer Mundial de Fórmula Uno. También ese domingo Drazen Petrovic anotaba 38 puntos para guiar al Real Madrid a la victoria ante el Puleva Granada en la ACB y la Quinta del Buitre se imponía en Murcia para mantener muy vivo el duelo en la cabeza de la Liga con el Barcelona de Johan Cruyff. Ya ven, Senna, Petrovic, Cruyff, Faldo o Seve unidos por el mismo domingo. Un lujo.

El desenlace de aquel Volvo Masters también fue apoteósico, como cabía esperar a la vista de aquellos fabulosos contendientes. En la última jornada salieron como líderes empatados Seve y Lyle. El escocés se trastabilló pronto y Seve, sin desplegar su mejor juego, abriendo ventanas donde no las había entre las ramas de los alcornoques de Valderrama, aguantaba el empuje de Faldo. El inglés había salido a dos golpes de los líderes, pero pronto se vio que era el más entonado aquel día. Terminó firmando una tarjeta de 68 golpes y ganó con dos de ventaja sobre Seve y cuatro sobre Lyle. Una vez más el hoyo 17 resultó clave. Una grosera corbata escupió el putt de birdie de dos metros de Seve y dejó al cántabro ya sin opciones.

Faldo y Ballesteros fueron los únicos que consiguieron derrotar al campo después de cuatro días. Sólo seis meses después Faldo conquistaría su primer Masters de Augusta. Mientras, Seve acabaría aquel año como Número 1 de Europa y Número 1 del mundo.

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