Phil Mickelson ha jugado en diez Ryder Cup y sólo ha ganado dos. Tiger Woods ha jugado en siete Ryder Cup y sólo ha ganado una. Durante mucho tiempo, Mickelson y Tiger fueron los mejores jugadores de Estados Unidos y del mundo, sin embargo cuando llegaba la Ryder Cup nunca jugaban juntos. Se trataba de repartir fuerzas, decían algunos. Simplemente, no se tragan, decían otros. La realidad es que durante sus largas carreras en la Ryder Cup sólo jugaron dos partidos juntos y ambos fueron un fiasco. Mickelson, que atendió hoy a los medios en Hazeltine, explicó con crudeza los motivos de aquel fracaso. Con crudeza hacia el capitán de entonces, Hal Sutton…
Las dos únicas veces que Tiger y Mickelson han sido pareja en la Ryder Cup fue en 2004, en Oakland Hills, Michigan. Perdieron el fourball, el primer partido de aquella Ryder, frente a Colin Montgomerie y Padraig Harrington (2 y 1). En la sesión de tarde, en los foursome, volvieron a jugar juntos y volvieron a caer contra Darren Clarke y Lee Westwood. Esta vez por 1 arriba. Estados Unidos recibió entonces su mayor paliza de la historia en la Ryder. Acabaron sucumbiendo por un contundente 18,5 a 9,5. Tiger y Mickelson no volvieron a jugar juntos.
Hoy, Phil, doce años más tarde ha querido recordar aquella experiencia con Tiger para referirse la importancia de un capitán en una Ryder Cup. «Hal Sutton nos dijo dos días antes de que empezara la Ryder Cup que íbamos a jugar juntos y no nos dio tiempo a prepararlo bien. Ya un año antes, Tiger descubrió en la Presidents Cup que no se encontraba nada cómodo jugando mi bola. Él utilizaba una con mucho spin, mientras que la mía tenía muy poco. Así las cosas, yo dediqué los dos días previos a la Ryder a entrenar con la bola de Tiger para tratar de hacerme a ella. No pude preparar el campo como a mí me gusta, como suelo hacer en los majors, estudiando los greenes, las zonas alrededor de green, el rough… Nada. Dediqué cinco horas cada día a trabajar con la bola de Tiger para intentar adaptarme. Es un ejemplo de la importancia de un capitán. Puede llevarte a fracasar con sus decisiones y nosotros fracasamos», explicó Mickelson.
El golfista de San Diego no ha podido ser más duro a la hora de analizar la capitanía de Sutton. No es la primera vez que Mickelson carga contra su capitán. Recuerden lo que ocurrió en Gleneagles, cuando Phil puso en duda los métodos de Tom Watson.
La respuesta de Sutton, no obstante, no se hizo esperar. Apenas un par de horas después de hablar Mickelson, el que fuera capitán tiró de ironía para responder en varios medios americanos: «si Mickelson necesita a alguien a quien echarle la culpa de su pobre juego en aquella Ryder, no pasa nada, puedo aceptarlo».
La misma noche del miércoles Mickelson dio marcha atrás. En declaraciones a Tim Rosaforte, el golfista de San Diego comentó que «me he equivocado y pido perdón porque he puesto en una situación muy difícil a Hal Sutton. No era mi intención, sólo quise poner un ejemplo de la importancia que juega un capitán, pero la realidad es que mis comentarios fueron demasiado lejos y dejé en mala situación a Sutton. Ya le he escrito para disculparme y ojalá pueda verle estos días en la Ryder para hablar con él a la cara».
