Jon Rahm ha descansado este sábado por la tarde y ha aprovechado para atender a los medios de comunicación desplazados al Marco Simone de Roma. Obviamente, el de Barrika se ha mostrado muy satisfecho con el devenir hasta ahora de la Ryder Cup, se sigue mostrando prudente y recuerda que aún hay puntos que sumar, ha reconocido que no estaba hablado su banquillazo en los fourballs y, por supuesto, ha tenido que responder a Brooks Koepka. Lo ha hecho de manera impecable, sin exabruptos, sin bajarse al nivel del americano, pero dejando muy claro que sus comentarios ni le van a afectar ni le van a cambiar su manera de ser.
Rahm se enteró de lo que había dicho Koepka por los mensajes de algunos amigos. «Hubiera preferido no verlo, para ser sincero, pero en estos días que corren es casi imposible. A ver, no voy a venir aquí y decir que soy un ejemplo perfecto de lo que se debe hacer en un campo de golf. No creo que ninguno de los dos lo seamos (mirando a Hatton entre risas), pero juego y compito. No creo que tenga mucho más que decir al respecto. Juego y compito como creo que tengo que jugar y competir. No estaba nada contento después de haber dejado un putt de tres metros corto para posiblemente empatar el hoyo. Al subir al tee solté algo de frustración golpeando una tabla y seguí caminando. Eso fue todo. Si Brooks piensa que eso es infantil, es lo que hay. Está en su derecho de pensar lo que piensa», explicó el español.
Jon respeta el comentario de Koepka, pero lo que tiene muy claro es que no va a cambiar su manera de ser por lo que diga el golfista de Florida. «Me siento muy cómodo con lo que soy y con lo que hago. He hecho cosas mucho peores que esa en un campo de golf. Lo de ayer ni siquiera cuenta como un nivel bajo de ira de Jon Rahm. Por lo que a mí respecta, estoy muy contento con quién soy», señaló.
Rahm sentía que necesitaba soltar frustración antes de afrontar el último hoyo de la jornada. «Tenía hacerlo en ese momento para desahogarme y jugar como yo quería el 18. Y claramente salió bien, pegué dos grandes golpes y tuve un poco de suerte en el putt. Lo necesitaba para rendir en esas circunstancias. ¿Es correcto o incorrecto, infantil o no? No lo sé, pero era lo que necesitaba en ese momento», apuntó.
Jon asegura que los comentarios de Koepka no perturbaron su manera de preparar la jornada de foursomes de esta mañana. Directamente no les dio importancia, aunque sí ha dejado claro que nunca ha tenido problemas con Koepka. «Nunca he tenido problemas con Brooks, para ser justos. No sé qué pasará ahora, pero hasta ayer por la tarde pensaba que teníamos una relación bastante buena. Los dos somos más o menos personas directas que no les gusta los rodeos. Siempre ha existido ese respeto mutuo. Y él siempre ha sido un jugador increíble y siempre ha hecho cosas increíbles», comentó con elegancia.
Por último, y sin darle la mayor importancia, Rahm puede entender que al final todo se reduzca a un calentón por cómo fue el partido. «Si yo hubiera visto a alguien meter el putt en el 18 de la forma en que yo hice, tampoco habría sido el más feliz del mundo. Hubo un poco de suerte, pero es match play. Creo que vimos mucho de lo contrario cuando estuvimos en Whistling Straits hace dos años. Se puede atribuir a que fue un día largo y a ver lo que pasó en los últimos tres hoyos. No sé qué más decir al respecto. Fue un partido increíble. Creo que ellos jugaron 10-bajo par y Nicolai y yo tuvimos un gran día. Fue muy, muy divertido», remarcó.
Aquí os dejamos sus declaraciones completas en español:
