Jon Rahm saldrá este domingo a dos golpes de Patrick Cantlay en el partido estelar de la gran final de la FedEx Cup. Toda una temporada resumida en 18 hoyos. Una pelea mano a mano, con el permiso de Justin Thomas, para ganar uno de los trofeos más preciados del golf mundial y el cheque más jugoso: 15 millones de dólares. El golfista de Barrika se vuelve a mostrar satisfecho y orgulloso de cómo se ha desenvuelto pese a no poder desplegar su mejor juego. Las vibraciones son buenas para mañana. Lo único que pide es que el juego lo acompañe, del resto se encarga él.
Bien desde el tee, poco fino con los hierros… «No ha sido mi mejor día de juego. Genial desde el tee, debo decir, pero no he estado fino con mis hierros. Fue uno de esos días en los que hubo muchos tiros entre palos. Creo que sólo una vez tuve la distancia perfecta. Pegué muchos golpes de tres cuartos y cuando sucede eso hay que jugar un poco más conservador. Eso hizo que no me diera las mejores oportunidades para meter putts. He tenido muchas opciones de entre seis y nueve metros y con las posiciones de bandera de hoy no eran precisamente fáciles. Aguanté bien en los primeros nueve hoyos y después me di un par de oportunidades al final, aunque no pude meter los putts. Creo que es una buena ronda. Este campo de golf es no es fácil. Con lo que tenía conseguí un buen resultado. Estoy en un buen lugar para mañana».
La presión que le metió Patrick Cantlay al principio… «Sabía que tarde o temprano en algún momento él iba a parar. Creo que un momento clave fue cuando metí el putt del hoyo 13 y justo después el falló la salida del 14. En ese putt siento que robé un golpe. Ahí es donde las cosas se pusieron un poco un poco más cerca, pero nunca entré en pánico porque sabía que tenía mis posibilidades. He jugado los últimos nueve hoyos muy bien toda la semana y tenía mucha confianza. Ojalá sea yo el que venga mañana con un juego sólido y pueda ejercer mucha presión».
Sobre Cantlay… «Es un jugador muy completo en todo. Realmente no hay nada que puedas decir que sea una debilidad. Puedo decir, especialmente esta semana, que ambos hemos estado pateando muy bien. Hacemos las cosas un poco diferente, y eso tal vez se pueda ver en las estadísticas. Hay algunas cosas que creo que él hace un poco mejor que yo, pero hay otras cosas que hago mejor que él. No sabrían decirte qué tenemos similar. Obviamente, los dos pegamos bien a la bola, somos consistentes».
Qué le parece un mano a mano este domingo… «Me gusta ir mano a mano contra cualquier jugador. Es curioso que una carrera de todo un año técnicamente se acabe mañana, y no es que nos separemos mucho, porque Justin Thomas tuvo una buena ronda hoy, pero si seguimos jugando como lo hemos hecho hasta ahora, a menos que alguien firme una tarjeta muy baja, pienso que se puede ver un espectáculo muy bueno en los últimos nueve hoyos con Patrick y conmigo. Espero tener mi mejor juego».
¿Estrechando lazos con Cantlay?… «Bueno, no diría que estamos para tener una cita… Hay algunas conversaciones, sobre todo al principio, pero conforme avanza la ronda es más difícil porque el momento es más intenso y tenemos que hacer nuestros trabajo y queremos hacerlo tranquilos. No sabría decirte nada de estos días que no supiera ya».
