Jon Rahm (+3) ha entregado una tarjeta de par en la tercera ronda del PGA Championship. Ha hecho tres birdies y tres bogeys. No es un mal resultado, ni mucho menos, pero sabe a poco y deja un cierto regusto amargo. El juego de Jon de tee a green mereció mucho más y las condiciones hoy en el Ocean Course de Kiawah Island permitían más alegrías.
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Rahm tiene razones de peso para irse contento al hotel. Ha jugado realmente bien de tee a green, especialmente con los hierros. Hoy sí ha recuperado ese toque para dejarse buenas opciones de birdie cada vez que ha estado en posición. En tiros desde la calle de 130 metros hacia abajo ha estado especialmente preciso. Ha dado un paso adelante en una parcela del juego donde no terminaba de estar fino en las últimas semanas.
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Jon ha jugado hoy para haber hecho fácilmente tres o cuatro bajo par, casi sin despeinarse. Ha tenido hasta ocho opciones de birdie de entre dos y tres metros. Este balance es sensacional en un recorrido como Kiawah, pero no ha sabido exprimirlas como obliga un campo donde estas oportunidades hay que aprovecharlas. Ahí justo se ha dejado la gran vuelta Jon, en esos putts relativamente asequibles.
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El inicio de su ronda ha sido un buen reflejo de lo que iba a pasar después. Generaba dos espléndidas oportunidades de birdie en los hoyo 1 y 2 y no conseguía convertir ninguna. En todo caso, ha tenido la paciencia y el aplomo necesarios para ir remando poco a poco con el objetivo de construir una buena vuelta. Se ha puesto a ello, ha pegado golpes muy buenos, ha salvado un gran par en el hoyo 5 y otro en el 8 y a partir del 9 ha jugado un golf prácticamente de salón durante ocho hoyos. Ha estado brillante desde el tee y ha pegado muy buenos hierros. Ha sacado dos buenos birdies en el 11 y en el 16, de hecho en este segundo hoyo ha estado a punto de meterla desde la calle para birdie.
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Sin embargo, Kiawah esperaba paciente con sus dos monstruitos al final. Ha sido valiente en el 17 y ha buscado la bandera. Ha fallado por el lado malo y ha fallado el putt de par de unos tres metros y medio. En el hoyo 18 se ha metido en problemas. Ha fallado la salida y el segundo golpe y, de nuevo, se ha visto con un putt de tres metros para salvar el par, como si fuera una especie de recuerdo cruel del campo de Carolina del Sur. No lo metía y terminaba con dos bogeys. Un final cruel y injusto. Jon debía haber ganado hoy al campo, pero tendrá que esperar a mañana donde lo volverá a intentar. Es ya su gran objetivo esta semana.
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Con su vuelta de par en una jornada donde está soplando menos viento y, por tanto, los resultados están siendo bastante mejores, no ha podido recuperar terreno en la clasificación. Se mantiene en el top 40, lejos del top ten, aunque todavía con opciones de cerrar un gran final de torneo con una muy buena vuelta. Hoy sí Jon se marcha del Ocean Course convencido de que le puede hacer una vuelta muy baja.
