Sergio García (-3) ha entregado una tarjeta de 69 golpes en la segunda ronda del Open Championship. Es su segunda vuelta bajo par consecutiva en Royal St. George’s, un encadenado que por ejemplo no había podido hacer en las ediciones anteriores del Open que disputó en este recorrido inglés en 2003 y 2011. Se ha colocado en el top 25, a ocho golpes del liderato de Louis Oosthuizen y a sólo tres del top ten del torneo, un primer objetivo que ya sería importante para el golfista de Borriol, un habitual de estas posiciones y donde no se ve desde su triunfo en el Masters de 2017. Ahora mismo lo tiene a tiro.
Parecía que hoy hubieran echado una maldición sobre los españoles en los primeros hoyos de Royal St. George’s. Jon Rahm no lograba firmar su primer birdie hasta el hoyo 6 y los otros cuatro arrancaron acumulando tropiezos. Rafa Cabrera Bello empezó con dos bogeys en cinco hoyos, Jorge Campillo encadenó hasta cuatro seguidos en los primeros cuatro, Gonzalo Fernández Castaño se hizo cinco más en los primeros seis y Sergio García también empezó con dos bogeys en cinco hoyos. Tocaba sufrir de lo lindo y el de Borriol, al margen claro está de Jon Rahm y su 64, fue el único capaz de reponerse y darle la vuelta a la tortilla.
No está atravesando sus mejores sensaciones en los Grandes en los últimos tiempos y lo que ha hecho hoy tiene mérito. Cuando parecía que de nuevo iba a estar peleando por pasar el corte, Sergio reaccionó y encadenó una magnífica racha de tres birdies seguidos en los hoyos 8, 9 y 10 para meterse de nuevo en la zona noble. Todos han sido fruto de un juego largo excepcional. Algún putt de media distancia también ha caído, pero sobre todo ha conseguido dejar algunas bolas muy cerca. Hacía también birdies en el 14 y 17, contrarrestados por dos bogeys en el 15 y 18. Una pena ese bogey final que le ha impedido hacer un segundo 68.
Sea como fuere, las sensaciones de Sergio son buenas y su objetivo ahora es completar cuatro días buenos en un Grande, por qué no los cuatro bajo par, y acercarse a los puestos de arriba. Él desde luego no renuncia a nada ahora mismo y tratará de pelear este sábado por darse una oportunidad el domingo. Hay que recordar que aquí acabó ya dos veces en el top ten.
Los que no pudieron remontar son Campillo, Gonzalo y Rafa. Jorge ha jugado mucho mejor de lo que dice su resultado. Ha pegado golpes muy buenos, pero el putt no le ha acompañado nada y los pocos errores que ha tenido los ha pagado muy caros. No ha sido muy justo el golf con el extremeño esta semana, pero la sensación es positiva. Terminaba el Open con dos tirazos de bandera en los hoyos 17 y 18.
Gonzalo ha jugado de manera extraordinaria desde el tee, cazando las 14 calles, pero los hierros no han estado muy finos, especialmente en ese agujero negro entre los hoyos 2y 6 donde encadenaba cinco bogeys. De todos modos, al igual que en el caso de Campillo se lleva del Open muchas más cosas positivas que negativas. El juego está cada vez mejor y pronto estará peleando por las victoria. Por último, Rafa no ha jugado hoy tan bien como ayer, pero tampoco el putt le ha ayudado nada en los momentos más importantes. Pateando «normal» habría pasado el corte.
