Inicio Blogs David Durán La insoportable sinrazón del golf y de los Grandes

La insoportable sinrazón del golf y de los Grandes

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Jon Rahm durante la segunda jornada del US Open 2023 en Los Angeles Country Club. © Golffile | Pedro Salado
Jon Rahm durante la segunda jornada del US Open 2023 en Los Angeles Country Club. © Golffile | Pedro Salado

Si hablamos de un tipo como Rory McIlroy, que hoy vuelve a estar bien colocado para la disputa de un Grande, difícilmente se asimila que lleve ya casi nueve años sin ganar uno, desde aquel PGA de 2014, cuando todavía se jugaba en agosto.

Si se mira bien la carrera de Tiger, casi sorprende tanto que fuera capaz de ganar catorce Grandes en doce años, como que luego necesitara once años más para apuntarse el decimoquinto. Ni siquiera sus incontables problemas físicos explicaban con solvencia tal sinrazón.

Que un tipo como Dustin Johnson sólo atesore dos majors atenta contra toda lógica. Cuando ganó el Masters de 2020 pareció que ya no iba a parar, que había encontrado definitivamente la manera, pero cuatro meses después de arrasar en Augusta (noviembre 2020), fallaba el corte en la misma plaza (abril 2021). Guau. Él también tiene este fin de semana una oportunidad en Los Angeles.

Tampoco parece razonable de ninguna de las maneras que Tom Watson no fuera capaz de ganar el PGA, el único Grande que le quedó por conquistar para entrar en el club de los chicos del Grand Slam. En 1978, en su pleno apogeo, discutiéndole y levantándole al mismísimo Nicklaus la entonces oficiosa condición de Número Uno del mundo, salía a jugar la última ronda del PGA como líder rotundo, con cinco golpes de ventaja sobre su inmediato perseguidor… Y terminaba perdiéndolo en un desempate a tres bandas ante John Mahaffey, que sólo ganaría aquel major en su carrera. Todavía en el año 2000, con 51 cumplidos, Watson terminaba en novena posición en un PGA que se llevaba Tiger… Por él no iba a quedar.

Resulta una broma pesada que Phil Mickelson, ganador de seis majors, no encontrara la manera de colarse como Número Uno del mundo, siquiera una sola semana. Así, de rebote, aunque fuera de pura casualidad…

Del mismo modo que es casi grotesco que Colin Montgomerie, jugador eficiente donde los hubiera, no cantase victoria en ningún major, sólo sumase diez top ten en 75 participaciones, y que cinco de esos top ten fueran segundos puestos…

A Patrick Cantlay, al que algunos considerábamos máximo favorito esta semana, se le está haciendo bola. ¿Y lo de Thomas? ¿Qué demonios le pasa a Thomas?

Si se mira bien, ni siquiera tiene mucho sentido que Seve ganara ‘sólo’ cinco Grandes. Todos, de Palmer a Nicklaus, pasando por Watson, sabían sencillamente que, en plenitud, era el mejor.

Así que, Jon, relájate. Que este affaire de los Grandes es engorroso como ninguno. Un escándalo de sinrazón. Relájate y bríndate dos últimas rondas de golf redondas en este US Open. Gústate y saborea cada día tus dos victorias en aquel US Open de Torrey Pines y en el último Masters. Embiste contra el muro que toque, como siempre haces. Esto, lo de embestir, bien mirado, es lo emocionante.

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