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El entrenador de Mississippi State encumbra el juego y la actitud de la malagueña

«Julia López tardó en darse cuenta de que es de las mejores del mundo»

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Julia López Ramírez
Julia López Ramírez, elegida mejor jugadora de la semana de su conferencia. © Mississippi State University

Julia López Ramírez causa furor en el campus de Starkville, donde está situada la Universidad de Mississippi State. La malagueña ha confirmado las expectativas y se ha erigido en sólo año y medio en la líder del equipo que entrena Charlie Ewing, con números asombrosos desde su aterrizaje, al convertirse en la primera bulldog en ganar en su debut universitario, en el Sam Golden Invitational en 2021, triunfo al que añadió en su estreno el Paradise y Westbrook.

Su temporada como sophomore está siendo de campanillas. En seis torneos, cinco en otoño y uno en primavera, atesora cinco top 5 (un triunfo, un segundo, dos cuartos y un quinto) y un vigésimo puesto. Peleó hasta los hoyos finales hace unos días por la victoria en el ilustre UCF Challenge (donde su alto rendimiento le valió para ser elegida mejor jugadora de la semana la SEC, su conferencia) y está batiendo récords paulatinamente en Mississippi cuando aún le quedan tres cursos y medio de estudiante. Ahí es nada.

La progresión de la golfista de Benahavís es palpable y nadie mejor que su coach para corroborarlo. «Su mejora ha sido increíble. Las tres parcelas donde ha crecido más son la estructura de los entrenamientos, el aprendizaje y saber lo buena que es realmente y su paciencia consigo misma. Julia es supertalentosa y dedicada, pero a principios de su primer año necesitaba una mejor estructura con el fin de lograr mayores resultados en las áreas que más quería mejorar. También es claramente una de las mejores jugadoras del mundo, pero tardó en darse cuenta de ello. Ahora entiende que realmente está entre las mejores golfistas del mundo. Esto le permite mantener la concentración siempre. Por último, se ha vuelto muy paciente consigo misma en la competición. Es extremadamente competitiva, pero antes esta virtud se interponía en su paciencia cuando las cosas no salían como había planeado. Ahora sabe jugar con mucha paciencia y eso se nota».

Entre los principales puntos fuertes de Julia está su golpe con el driver, como ella misma confesó a Ten Golf a principios de año. Lo constata Ewing y añade algún detalle más que valora mucho de su pupila: «Es posiblemente la mejor desde el tee y en el juego largo de todo el golf amateur. Es increíblemente atlética en su forma de jugar. También comprende el juego y, aunque es muy agresiva, siempre sabe lo que está haciendo. Juega con inteligencia y agresividad al mismo tiempo, lo que le resulta muy eficaz», apunta.

Recién cumplidos los 20 años, el pasado domingo, la andaluza demuestra en cada sesión de trabajo, en cada torneo, que va a por todas, siempre con la ambición por bandera: «Le encanta competir y ganar. Se puede ver cómo eso la impulsa a diario. Me gusta lo mucho que disfruta con sus buenos golpes y sus buenos putts. Es una parte del juego que a mucha gente no se le da bien, pero creo que es muy importante que disfrute tanto de los éxitos como de los fracasos. Dicho esto, Julia no desaprovecha ningún fallo. Se los toma en serio y lucha duro por ser mejor gracias a ellos», sostiene el coach de las bulldogs.

Julia va a hacer historia en el equipo sureño. Más pronto que tarde batirá el récord de su universidad de 25 vueltas por debajo de 70 golpes que ostenta Ally McDonald, hoy esposa del entrenador de la española, que lleva nada menos que 21 y más de media carrera por delante: «Ya ha batido muchos récords en Mississippi State y hay muchos más a su alcance. No tengo ninguna duda de que hará historia en este programa de muchas maneras», asegura Ewing, que ve similitudes entre la malagueña y McDonald, que compitió con Estados Unidos en la Solheim Cup de 2019 en Gleneagles (Escocia). «Ally es mi mujer, así que las conozco muy bien a las dos», bromea el entrenador. «Como competidoras se parecen en muchas cosas. La comparación más obvia es que son jugadoras de élite en su golpeo de bola. Es difícil encontrar golfistas que vayan del tee al green mejor que Julia y Ally. Además, comparten la misma competitividad, especialmente en los torneos. Harán lo que sea necesario para tener éxito. Por último, saben cómo desenvolverse en el campo de golf con gran eficacia y saben cómo hacerlo de la forma que mejor se adapta a su propio juego», subraya.

Jugadora de equipo, como ha demostrado defendiendo los colores de España en las competiciones internacionales, Julia siempre tiene en cuenta a sus compañeras, con quienes mantiene una relación muy especial. Aquí no sólo cuenta el resultado individual; es más, se le da mucho valor al colectivo, al trabajo coral. Y la española está como pez en el agua con sus teammates: «Es muy querida por todo el equipo. Su gran personalidad atrae a todo el mundo a su alrededor. Y la forma en que se compromete con el golf le permite ser la líder en el programa y hace un gran trabajo desempeñando ese papel. Es muy considerada con los demás y a diario queda claro que realmente se preocupa por el éxito del equipo y de cada una de sus compañeras», detalla Ewing, que vaticina un futuro muy halagüeño a Julia, que a finales de marzo disputará el Augusta National Women’s Amateur, donde estarán también las españolas Carolina López Chacarra y Cayetana Fernández, si nada se tuerce en su trayectoria. «No tengo ninguna duda de que tiene un futuro increíblemente brillante como golfista profesional. Ella sabe lo exigente que será su vida y el nivel de compromiso que se requiere para tener éxito a ese nivel. Creo sinceramente que mientras Julia siga comprometiéndose de verdad con su carrera de golf, tiene todos los motivos para convertirse en una de las mejores golfistas profesionales del mundo». Palabras mayores y reto mayúsculo. A por ello.