Borja Virto está como esos pájaros jóvenes que asoman el pico y la cabeza por fuera del nido convencidos de que ha llegado el momento de dar el gran salto. En su caso, el nido es el Challenge Tour y lo que hay al otro lado se llama DP World Tour.
El golfista navarro está encantado con la organización del Challenge, asegura que ha crecido muchísimo en los últimos años, pero siente que su sitio está ya en la primera división, con los mejores. Lo siente por deseo e ilusión, pero sobre todo por golf. Se encuentra mejor que nunca y así lo demostró en Irlanda, en agosto, cuando se quedó a las puertas de ganar en el Circuito Europeo. Virto no es ningún recién llegado (tiene 31 años), ya tuvo la tarjeta del Tour principal y ahora quiere volver. Está seguro de que ha llegado su hora.
El camino hasta aquí no ha sido fácil, ni mucho menos, pero la evolución ha sido espléndida. Hace cinco años andaba algo perdido con su swing y su golf. Estaba en uno de esos momentos por el que pasan muchísimos golfistas a lo largo de sus carreras. No sabía cómo ni por dónde seguir. Se cruzó en su camino David Castillo, su entrenador, y de su mano ha llegado hasta aquí. Ha crecido técnica y físicamente. Pega entre 10 y 15 metros más de media desde el tee y su velocidad de swing ha crecido también por encima de las 115 millas. Estos son los datos más fáciles de comprobar, pero realmente todo su golf está mucho mejor.
Lo último que ha mejorado de manera notable ha sido el putter. Después de varias semanas en las que no terminaba de encontrar el problema, muy centrado en el material y la técnica, se cogió un avión y se fue a Londres a ver a Mike Kanski, discípulo aventajado de Phil Kenyon con el que trabaja, entre otros Jorge Campillo. El diagnóstico resultó revelador y tranquilizador. No había ningún problema técnico, ni de material, se trataba de afinar con las lecturas de los greenes. Virto, con la seguridad de saber ya lo que está ocurriendo, volvió a su putter de siempre y se ha empezado encontrar mucho mejor alrededor del hoyo.
Su objetivo esta semana, cómo no, es lograr la tarjeta del DP World Tour y para ello necesita un gran torneo. No obstante, sabe que tiene la segunda bala de la final Escuela del Circuito Europeo. Sea como fuere, se trata de atrapar alguna categoría del Tour, aunque no sea la mejor. Se podría resumir en: «Tú a Virto sale 10-15 torneos del Circuito Europeo, y él se encargará del resto».
