La foto fija en Muscat es la misma del miércoles. Dieciocho hoyos después, Joachim B. Hansen sigue líder del National Bank of Oman Golf Classic con un golpe de ventaja sobre Ricardo Gouveia. El portugués no baja el pistón. Su solidez a prueba de bombas marcha embalada a la conquista del Número Uno del Challenge Tour 2015.
Su rival más directo, Sebastien Gros, ha perdido pie hoy, mientras que Borja Virto aún no ha encontrado el camino en los greenes de Almouj Golf para hacer una vuelta realmente baja. El único que consigue ver de cerca a Gouveia de los candidatos a la victoria final en el Challenge es Bjorn Akesson, a tres golpes del luso, aunque realmente nada podrá hacer si el jugador de Vilamoura no baja sus prestaciones.
Gouveia es una máquina de tee a green. Nacho Elvira, que hoy firmó 69 golpes y aún no ha dicho su última palabra en el torneo, convencido de que su juego le puede meter de lleno en la lucha por la victoria en los últimos 36 hoyos, bromeaba con el director de la Final, José María Zamora, después de entregar la tarjeta. «José María, me han dicho que por lo visto el último bogey que hizo Ricardo fue hace seis meses…», decía entre risas reconociendo la tremenda consistencia del actual Número Uno del Challenge.
Evidentemente, el comentario de Elvira es una exageración divertida, pero no crean que anda demasiado alejado de la realidad. Cuando Gouveia está enchufado es muy difícil verle hacer bogeys. La vuelta de hoy ha sido un ejemplo. Su único error ha llegado en el hoyo 17 y vean todo lo que tuvo que pasar para que acabara claudicando. Al igual que ayer, falló la salida por la derecha y su bola acabó en unos arbustos entre las calles de los hoyos 10 y 17. Fueron muchos los que se afanaron en buscarla y finalmente la bola apareció… rodando. Las maniobras de los aficionados por encontrar la pelota provocaron que ésta se moviera y saliera mansamente del arbusto.
Gouveia pidió ayuda a un árbitro y tuvo que dropar donde más o menos pensaba que estaba la bola, aunque sin penalidad. Efectuó el dropaje y la pelota se quedó injugable dentro del arbusto. Ahora sí, dropó con penalidad y pegó su tercer golpe, tenso, la dejó unos quince metros corta, tiró un primer putt agresivo y se dejó una vuelta para bogey de unos dos metros y medio que metió con mucho temple. Así tuvo que llegar el primer y único bogey de Gouveia en lo que llevamos de Final en Muscat.
Bien pudo haber hecho este bogey mucho antes. Es más, tuvo todas las papeletas en el hoyo 10. Se equivocó de palo en el tiro a green y se marchó al bunker de fondo. La sacada que tenía por delante era poco menos que imposible. La bandera estaba muy corta y el portugués pegaba desde un búnker con un talud que apenas le permitía ver el trapo. Abrió el palo como si fuera una azada de las que usa su padre para plantar naranjos y aguacates y la dejó a dos metros para par. Dentro. «Ha sido la mejor recuperación que he hecho en mi vida», admitía el golfista luso tras acabar su ronda.
Hansen (-11) domina la final con un golpe de ventaja sobre Gouveia tras una jornada de golf con condiciones nuevamente perfectas. Sí, hace mucho calor, pero no sopla un gota de viento, si acaso una brisa agradable. A tres golpes de Hansen está Max Orrin, ganador aquí el año pasado, a cuatro está Akesson y a cinco James Robinson, Jeff Winther y Daniel Im. De todos ellos, Robinson opta al milagro de la semana. El inglés es el 43º en el orden de mérito del Challenge Tour. Sólo le vale ganar o acabar segundo. A falta de dos días, las opciones siguen abiertas.
En cuanto a los españoles, las sensaciones son muy similares. Nacho Elvira (-5) y Borja Virto (-2) están jugando un golf muy superior a lo que muestran sus resultados, por lo que no hay que descartar que los veamos finalmente dando un susto a los de arriba en la jornada del movimiento del viernes.
