Lo de Ryan Fox (-8) empieza a ser ciencia ficción. Números que hacen explotar cabezas. Desde que ganó en Ras al Khaimah el pasado 13 de febrero ha jugado, con la de hoy en Irlanda, 29 vueltas en torneos regulares del DP World Tour. Dejamos al margen de este análisis el US Open y el PGA Championship. Pues bien, su media de golpes en este tiempo es de 68,41. De locos.
El golfista neocelandés ha sumado hoy un fabuloso 64 a su colección en la primera jornada del Irish Open en Mont Juliet. De esas 29 vueltas, un total de 25 han sido bajo par. Sí, se llama Fox y tiene 35 años, aún no ha ganado ningún Grande, ni se ha acercado, apenas tiene dos victorias en el European Tour y su mejor ranking mundial es el actual (puesto 56º), pero estamos sin lugar a dudas ante uno de los cinco o diez mejores jugadores del mundo en estos momentos.
Fox tiene un golpe de ventaja sobre Frederic Lacroix y dos golpes sobre Thriston Lawrence y Dale Whitnell. La jornada ha sido bastante propicia en buenos resultados en tierras irlandesas. Las condiciones han acompañado y eso ha permitido que se vean muchas vueltas bajo par, casi 50 sólo en el turno de mañana del jueves.
Eso sí, no todos han sido capaces de aprovechar las condiciones de la misma manera. Shane Lowry ha hecho una vuelta de -1 que se antoja un poco corta, mientras que Seamus Power, jugador de moda en Irlanda por sus últimas actuaciones en el PGA Tour, ha presentado una muy buena tarjeta de -4 y está en el top ten. Mal comienzo también de Tyrrell Hatton (+1).
En cuanto a los españoles, sólo Sebastián Garcia Rodríguez (-3) y Adri Arnaus (-1) han jugado por la mañana. Gran puesta en escena de Sebas, con cuatro birdies y un solitario bogey. Ha sido una vuelta relativamente tranquila. Ha jugado sólido y sin meterse en grandes problemas. Ha salvado dos grandes pares en los hoyos 4 y 7 y el resto ha sido casi como coser y cantar.
La vuelta de Adri Arnaus ha sido similar a la de Sebas, con mucho control y mucha solidez. El problema es un error en el hoyo 7 le ha costado muy caro. Ha sido el único fallo del día, un doble bogey tras perder la calle y liarse después desde los alrededores del green.
