Genesis Scottish Open. Torneo compartido por el DP World Tour y el PGA Tour que reparte ocho millones de dólares y concede 70 puntos al ganador. Barbasol Championship. Torneo compartido por el DP World Tour y el PGA Tour que reparte 3.750.000 dólares y 24 puntos al ganador.
Se pone sobre la mesa y no hay color. Parece impensable que un jugador prefiera estar ahora mismo en el Barbasol antes que en Escocia. Que prefiera estar en el Keene Trace Golf Club de Kentucky al Renaissance Golf Club de North Berwick. Munos menos aún si, además, es europeo… Pues no, no crean que todo es tan blanco o negro en la vida.
Hay grises y dos buenos ejemplos son Alfredo García Heredia y Sebastián García Rodríguez. «Cuando salió la información de los torneos compartidos ya estaban en mi radar el Barbasol y el Barracuda. Tenía claro que no entraba en Escocia, pero si soy sincero tampoco sé lo que habría hecho si hubiera podido elegir entre los dos. Siempre me guié por lo que me hace más feliz y aquí en Kentucky estoy muy contento», asegura Alfredo a Ten Golf.
A Sebas la ilusión le sale a borbotones por cada poro de su piel. «Estoy encantado de estar aquí. Es un sueño hecho realidad. Había jugado antes en Estados Unidos, pero nunca había pisado Kentucky. Estoy como un niño con calcetines nuevos. Esto es impresionante», afirma el madrileño a esta web.
Alfredo y Sebas cumplen esta semana un objetivo que tenían grabado a fuego en su cabeza desde hace muchísimo tiempo. El asturiano nunca ha escondido que su gran objetivo es jugar alguna vez en el PGA Tour. Ahora, al menos, lo va a probar. «No puedo decir que esté jugando el PGA Tour porque para eso necesitaría la tarjeta completa, pero me hace mucha ilusión. Llevo diciendo mucho tiempo que quiero jugar el PGA Tour y esto es una oportunidad. Jugaré esta semana y el Barracuda (lo mismo que Sebas, salvo que se ganen la plaza en el Open reservada al ganador del torneo esta semana). Espero que haya más oportunidades y también están las diez tarjetas a partir del próximo año, quién sabe dónde vamos a acabar», explica.
La dimensión del Barbasol le ha sorprendido a García Rodríguez. «Mira que se supone que este torneo es de los pequeñitos en el circuito americano, dicen que tiene menos carpas y demás, pero a mí el montaje me parece increíble. Es un torneo del circuito europeo a lo grande. Tengo muchas ganas de empezar y disfrutar de esto. Es un sueño hecho realidad y, encima, juego dos semanas, siempre que no pase esta semana lo que podría pasar para meterme en el Open…», comenta con ambición. Si ocurriera, en cualquier caso, ganaría también la tarjeta del PGA Tour, por lo que se podría aburrir de jugar en Estados Unidos.
Alfredo ha aprovechado la visita al otro lado del océano para compartir horas de trabajo con su primo Jorge Parada, entrenador entre otras de Carlota Ciganda y afincado en Estados Unidos desde hace varios años. «Trabajar con Jorge tres días es algo muy bueno y que me va a venir fenomenal y me apetece mucho la experiencia, ver cómo trabajan aquí, cómo lo montan, cómo tratan al jugador… No se trata de comparar, sino de tener información para mí, de saber. Tengo esa curiosidad», señala.
García Heredia y García Rodríguez estarán acompañados en esta aventura por Santi Tarrio, Carlos Pigem y Alejandro Cañizares. De todos ellos, el único que ha conseguido tener alguna vez la tarjeta del PGA Tour es Cañizares, al poco de salir de la universidad, aunque no era una tarjeta completa y tuvo pocas oportunidades para mantenerse en el circuito.
