Colosal. Bajo el aguacero empezó a botar como un loco Bryson DeChambeau (-23). No era para menos después de su histórica actuación en The Greenbrier, donde casi lo de menos fue que se conquistara su primera victoria en LIV Golf. Es el cómo, no el qué, lo verdaderamente impactante. El californiano estuvo de récord: 58 golpes (-12) en la tercera vuelta para igualar las marcas de Ryo Ishikawa (The Crowns del Japan Tour, 2010), Jim Furyk (Travelers del PGA Tour, 2016) y Kim Seong-hyeon (Golf Partner del Japan Tour, 2021), en los circuitos principales, aunque nuestro Alejandro del Rey (Swiss Challenge del Challenge Tour, 2021) y Stephan Jaeger (Ellie Mae Classic del Web.com, 2016) también consiguieran este mismo hito en categorías inferiores.
Bryson DeChambeau has shot the first 58 ever on LIV and was 21 under for the weekend for a total of just 119 shots!!!
People were writing him off earlier this year. This is so impressive and it’s a result of many, many hours of digging it out the dirt on the range!
Awesome! 💪 pic.twitter.com/3DOA4Rd2Pm
— Flushing It (@flushingitgolf) August 6, 2023
DeChambeau, que igualó el sábado con nueve menos el récord del recorrido de White Sulphur Springs (Virginia Occidental) establecido el día antes por Matthew Wolff, rompió la baraja en la ronda definitiva con un -12 oceánico, mayúsculo, gigantesco, y ojo a los números del estadounidense, que embocó 22 birdies en sus últimos 34 hoyos. Un auténtico escándalo, un rodillo bestial desde el tee, con los hierros y en los greenes. De todos los colores: de cerca tras hierrazos, a media y larga distancia, desde el búnker, en seco, en mojado… Una lección perfecta de golf. Todo lo que pudo salir bien, salió mejor. DeChambeau está encantado con su nuevo driver estrenado en The Greenbrier, pero se ve que los demás palos marchan a toda máquina también.
No debe eclipsar la soberbia vuelta de DeChambeau el torneazo de David Puig (-16), compañero de partido del ganador junto a Wolff. El español terminó en una sobresaliente tercera posición y, siempre positivo, hay que ensalzar su capacidad de reacción y de resistencia. Salió colíder y al principio eso le pesó. En un campo muy receptivo pegó dos traspiés en el 2 y en el 7 para precipitarse varias posiciones en la general y viendo cómo no sólo se le escapaba el triunfo, sino las opciones de acabar arriba.
Pero no se rindió, ni de lejos. Puig se tranquilizó y sacó a flote su mejor versión, la de los últimos meses, para anotarse cuatro birdies en ocho hoyos y, la traca final, un eagle en el 17 después de una madera 3 perfecta que dejó la bola a cuatro metros de bandera: dentro. Hubiera sido la guinda meter el lejano birdie de 11 metros en el 18 para empatar en la segunda posición con su compañero Mito Pereira (-17), que lo intentó todo para cazar a DeChambeau (aunque este domingo 6 de agosto de 2023 el estadounidense tenía un pacto con los dioses), pero el golfista de La Garriga seguro que está como un niño con zapatos nuevos después de su excelente sprint en los segundos nueve hoyos y de obtener su mejor puesto desde que arribara a LIV Golf, mejorando el quinto lugar de Valderrama. Compartió el bronce con Richard Bland y Matthew Wolff.
Además, su equipo, los Torque (-49), se embolsaron la cuarta victoria de la temporada, por delante de los Crushers (-46) y los Stinger (-40), gracias al fabuloso trabajo de Puig y de Pereira, pero también de Joaquín Niemann y Sebastián Muñoz.
Sergio García (-12) tuvo un comportamiento espectacular en la tercera vuelta con siete birdies y ningún error que lo auparon a la duodécima posición después de un primer día timorato y un segundo notable. Eugenio López Chacarra (-8) también despertó a la tercera y se fue con un buen sabor de boca con seis menos de parcial.