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Crónica de la vuelta de Jon Rahm en la jornada final del TOUR Championship

Jon escenifica lo crueles que pueden llegar a ser los play offs…

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Jon Rahm. © Golffile | Mateo Villalba
Jon Rahm. © Golffile | Mateo Villalba

Todavía hay que frotarse los ojos para creerlo, pero es muy cierto: Jon Rahm (-7) ha finalizado la temporada en el PGA Tour en el puesto 18º del ranking. Para más señas, empatado en tal posición con Lucas Glover, un jugador que a principios de julio se movía en torno al puesto 120º y se metía en el último momento en los play offs, aunque lo hiciera por la puerta grande. Así son las cosas porque estos tres torneos finales mandan, definen, y en ellos el español no ha conseguido imponer su ley o hacer valer la ventaja tan costosamente labrada durante los ocho meses anteriores. Por más que lo ha intentado, una semana detrás de otra, una jornada tras otra, no ha encontrado la manera de discutir siquiera un puesto entre los diez primeros.

No hay trampa ni cartón. Todos juegan con las mismas reglas y, además, Jon ya fue proclamado (y premiado por ello) como mejor jugador del calendario regular. De acuerdo, pero eso no evita que este final haya resultado excesivamente cruel, casi sádico, para el gran campeón de Barrika.

Esta última semana en East Lake ha sido fiel reflejo de todos sus play offs. Arrancaba el jueves con una ronda muy irregular, salpicada de excelentes acciones, pero también de numerosos errores, sobre todo desde el tee; seguía el viernes con una ronda sobresaliente, hasta el punto de recordarnos al mejor Rahm del año; el sábado mantenía la línea consistente de juego, pero no tenía reflejo en el marcador; y el domingo…

Pues en la jornada dominical se ha visto a un Jon Rahm muy ordenado por el primer tercio de la vuelta. Ordenado y al alza, con un buen parcial de dos menos en este tramo que lo situaba en disposición de luchar por la tercera plaza, toda vez que Hovland y Schauffele no aflojaban ni un ápice ahí arriba. En el hoyo 7, sin embargo, fallaba su primer green en regulación y le caía el bogey. Y a continuación, en el 8, se iba a un bunker de salida y, después de estampar la bola contra el talud y de que su bola terminara en el mismo lugar desde donde había golpeado y, por tanto, hundida en la arena, terminaba salvando un gran bogey. Le habían caído dos bogeys consecutivos, pero las peores noticias estaban por llegar, puesto que el español realmente iba a acusar el destrozo, como el púgil que acaba de recibir una paliza en las cuerdas y no termina de orientarse.

No es que Jon sacara la bandera blanca, pero todavía le iba a costar tres hoyos más reponerse. Tres hoyos (9, 10 y 11) en los que, uno tras otro, iban a irle cayendo tres bogeys más para hundirlo en la tabla: un tripateo en el 9, otro más en el 10, una mala salida en el 11…

Ya sólo le quedaba frenar la hemorragia y terminar de la mejor manera posible, aunque todavía le iba a caer un último bogey en el 18, por si el castigo no había sido suficiente. Para que no quedase ninguna duda de lo implacables y despiadados que pueden llegar a ser estos torneos finales, si uno no llega a pleno rendimiento, sobre todo en el aspecto mental.

Resultados finales del TOUR Championship

1 COMENTARIO

  1. Creo que hay que reconocer que nuestro gran Jon, grande entre los grandes y que ha completado una temporada increible, tiene un problema. Va de más a menos en las temporadas (en mi opinión no tiene la condición física de otros jugadores) y lleva muy mal la presión con del triunvirato scottie-Mc-Jon. Se le ve psicológicamente tocado y con reiterados malos gestos y baja concentración. Esa es para mi la percepción.

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