Mañana arranca el AT&T Pebble Beach Pro-Am, segundo Signature Event de la temporada 2024 del PGA Tour. O lo que es lo mismo: bolsa de premios de 20 millones, una nómina de participantes reducida de 80 jugadores, torneo sin corte y con la presencia de nueve top ten mundiales (sólo falta Jon Rahm, que debuta a partir del viernes en LIV Golf) y 23 jugadores que son top 25 mundiales. De hecho, de los 80 participantes, 69 están incluidos en el top 100 mundial. Insuperable, se mire por donde se mire. Una lástima que no haya corte, pero estos son los derroteros por los que desgraciadamente discurre el golf de primer nivel.
El torneo se juega en formato Pro-Am sólo durante las dos primeras jornadas, en las que todos los participantes juegan una ronda en Pebble Beach y otra en Spyglass Hill. Después, el sábado y el domingo ya sólo juegan los pros en Pebble Beach. Aunque quizá también lo hagan el lunes…
Así es, porque ahora mismo, en aquellos parajes de la costa californiana, a los pies del Pacífico, en la península de Monterrey, no se descarta en absoluto que el torneo pueda finalizar el lunes. Más bien todo lo contrario. Y es por culpa de las previsiones meteorológicas, que anuncian un pequeño infierno. Para empezar, hará frío todos los días, sobre todo en las primeras horas de la mañana, con mínimas que rondan los seis grados y máximas que no pasan de 14. Además, el jueves hay posibilidades de suspensión por tormenta eléctrica y las probabilidades de lluvia son más que notables durante buena parte de las cuatro rondas. Como remate, se vaticina un domingo huracanado, con vientos constantes de unos 40 kilómetros por hora o superior y rachas en torno a los 75 kilómetros por hora que podrían causar la suspensión del juego. Pues eso, que la opción de terminar el lunes es más que razonable.
Hay otra segunda ‘tormenta’ en esta gran cita. La lucha por el Número Uno del mundo vuelve a estar abierta. Es la primera vez que Scottie Scheffler, actual Número Uno, y Rory McIlroy, Número 2, van a verse las caras desde la pasada Ryder Cup, aunque en realidad allí no se enfrentaron directamente en ningún partido. Es por supuesto su primer ‘cara a cara’ en 2024 y, como quiera que Rory ya trae en la mochila dos grandes actuaciones en Dubai (un segundo puesto y una victoria), resulta que existen posibilidades reales de que el norirlandés recupere el trono mundial.
Hay varios supuestos según los cuales podría darse esta situación, pero vamos a quedarnos con estas dos líneas maestras, que desde luego revelan que McIlroy no lo va a tener nada sencillo. Por un lado, si Rory gana el torneo será Número Uno del mundo, haga lo que haga Scheffler. Por otro lado, el peor resultado que McIlroy puede permitirse para mantener alguna opción es una tercera posición empatado con dos jugadores más, en cuyo caso, además, Scheffler debería terminar más allá del puesto 60º para ceder el trono.
Rory sale a jugar el jueves junto a Ludvig Aberg y sus respectivos acompañantes amateurs a las 17,45 horas (horario peninsular español) por el tee del 10 de Spyglass Hill; Scheffler lo hará junto a Justin Rose en las mismas condiciones: sale a las 18,09, sólo veinticinco minutos después, por el mismo tee y en el mismo campo, el hoyo 10 de Spyglass Hill.
Cabe reseñar la participación de Pau Gasol entre los ilustres amateurs del evento, que jugará junto a Emiliano Grillo. Pero hay otra presencia que llama incluso más la atención, la de Nick Dunlap, el joven de 20 años de Alabama que ganaba como amateur hace dos semanas el American Express y que ya ha dado el salto al profesionalismo. Juega junto a un tal Xander Schauffele y habrá que ver si es capaz de volver a aparecer entre los mejores. Desde luego, el martes ya lo hizo, pues salió a jugar la ronda de prácticas junto a Scottie Scheffler y Sam Burns. No hay duda, está de moda y en la cresta de la ola. Serían palabras mayores verlo ahí arriba, en la última jornada, incluso siendo todos conscientes de que este chaval está llamado a hacer historia.