Wyndham Clark (-14) parece haber encontrado su particular Piedra de Rosetta en el THE PLAYERS Championship. Hasta esta semana, el Stadium course del TPC Sawgrass era poco menos un jeroglífico indescifrable para el vigente campeón del US Open. En sus dos primeras visitas a este campo (2021 y 2022) lo pasó muy mal, tirando a fatal. Algo empezó a entender el año pasado y en estos dos primeros días se ha convertido en un experto nivel maestro. El golfista de Denver, Colorado, ha pegado un hachazo bestial que tiene aroma de campeón. Queda mucho, pero la historia dice que ha encarrilado una posible victoria.
Clark ha encadenado hoy su segunda tarjeta de 65 golpes y ha tomado el mando provisionalmente (queda todo el turno de tarde y veremos si alguien se acerca más) con cinco golpes de ventaja, una autoridad pocas veces vista en la historia de este torneo. De hecho, en los 49 años que se ha disputado hasta hoy sólo en cuatro ocasiones un líder disfrutó de tres o más golpes de ventaja después de la segunda ronda y en todas ellas acabó ganando el torneo: Webb Simpson (cinco golpes en 2018), Jason Day (cuatro golpes en 2016), Greg Norman (tres golpes en 1994) y Lanny Wadkins (tres golpes en 1979). Además, sólo en tres ocasiones un líder del THE PLAYERS había llegado al -14 después de 36 hoyos y las tres veces acabó en victoria. Fueron Simpson y Day con -15 y Norman con -14.
El propio Clark se sorprendía con su resultado y no es para menos. Su historia en este torneo no era nada buena. Su media de golpes hasta ayer era de 73. Falló el corte en 2021 con vueltas de 79 y 73, volvió a quedarse fuera en 2022 con 73 y 76 y sólo el año pasado enderezó algo su historial aquí con un puesto 27º y rondas de 69, 73, 69 y 72 golpes.
¿Qué ha cambiado? ¿A qué se debe este resultado? ¿Qué ha descubierto Clark? Pues obviamente no es tan sencillo como pulsar una tecla. Ojalá lo fuese. Básicamente, en sus dos primeros días ha pateado de escándalo. Así se podría resumir. Este viernes ha tenido diez putts de birdie de menos de siete metros y ha metido ocho, cinco de ellos por encima de los tres metros. Además, ha embocado uno de par de cinco metros para rematar la obra de arte en los greenes. También ha dejado tres bolas dadas. El cóctel perfecto.
Todo ha empezado en el hoyo 17. Clark arrancó el día por el 10 y llevaba la vuelta más bien parada, pero a partir del par 3 en isla se ha disparado. Ha metido un muy buen putt de casi cinco metros para birdie y ha desatado un ciclón. Ha hecho seis birdies del 1 al 9, cuatro de ellos seguidos entre el 10 y el 14. Parcial excepcional de 30 golpes en el tramo de Sawgrass donde es más complicado hacer resultado. Un día para recordar.
Bien es cierto, también, que este Clark campeón del US Open, en Pebble Beach hace poco más de un mes y del Wells Fargo el año pasado, poco tiene que ver con el de año anteriores. Tiene metido entre ceja y ceja ser Número Uno del mundo y va muy en serio. No olvidemos que viene de ser segundo en el Arnold Palmer Invitational detrás del extraterrestre Scheffler.
Respecto a los que ya han acabado su segunda ronda, Wyndham tiene cinco golpes de ventaja sobre Matthew Fitzpatrick (-9) y Maverick McNealy (-9) y seis sobre Matti Schmid (-8), Scottie Scheffler (-8) y Corey Conners (-8). Fitzpatrick ha recuperado solidez y sólo se ha visto frenado por un doble bogey en el 4 (bola al agua en este maravilloso y traicionero par 4 corto), Schmid, que viene de luchar por la victoria en Puerto Rico, ha ofrecido su mejor versión, pese a terminar con un doble bogey en el 18, Scheffler ha estado algo más humano en los tiros a green y ‘sólo’ ha hecho 69 golpes, McNealy ha sido el segundo mejor pateador del día tras el huracán Clark y Conners es simplemente un jugador al que da la sensación de que el diseño lo hicieron para él.
Entre los batacazos, que haberlos, haylos, destacan Nicolai Hojgaard (+5), Will Zalatoris (+4), Matthieu Pavon (+3), Nick Dunlap (+3) o Justin Thomas (+1). Todos ellos han fallado el corte.