Scottie Scheffler, por supuesto, es el primer gran nombre de este Masters. Puede que estuviera un poco nervioso al principio, pero eso es absolutamente normal. Olazábal siempre decía que no hay nada más difícil que salir en los últimos partidos del Masters del domingo, porque se sale muy tarde a jugar y la mañana se hace eterna.
Como es normal, nos quedamos con el birdie que Scheffler hizo desde fuera en el hoyo 3, primer gran momento del domingo, porque Cameron Smith había comenzado muy bien. Pero ¿qué decir del par que sacaba inmediatamente después en el 4, con una excelente recuperación? Es un jugador muy sólido.
Pero si hay que quedarse con un momento clave para mí es el putt de par desde dos metros largos que emboca en el hoyo 11, porque de alguna manera frena el impulso del birdie de Smith en ese mismo hoyo y mantiene la diferencia en la clasificación justo antes de afrontar el hoyo 12 y los últimos seis hoyos del torneo.
¿Tenemos Scheffler para rato? Esta claro que es un gran jugador, pero entiendo que antes o después no podrá mantener este ritmo de triunfos, que es de locos. Sería totalmente normal que le viniera un pequeño bajón.
Tiger es otro de los grandes nombres, qué duda. Por el simple hecho de haber podido jugar los 72 hoyos. Pero también me quedo con lo que ha hecho Rory McIlroy. Creo que esa tarjeta de 64 golpes puede tener algún significado en el futuro. Cuando Rory apareció en el golf de alta competición siempre pensé que el primer Grande que ganaría sería el Masters… Últimamente le han traicionado esas primeras rondas de ‘major’, en las que no termina de carburar. Y a lo mejor el hecho de haber terminado tan bien en Augusta le haya despertado el hambre y le ayude a afrontar mejor desde el inicio en los próximos Grandes.
