Hay un país ahora mismo que anda paralizado, en éxtasis, pellizcándose unos a otros ante lo que está haciendo uno de los suyos. O quizá no. Quizá en Chile el golf todavía no alcanza a epatar muchedumbres, muy en la línea española. Pero si no es así, debería serlo, tal es la hazaña deportiva que viene protagonizando Guillermo ‘Mito’ Pereira (-9), que lidera el PGA Championship después de firmar un 69 en la tercera jornada.
Partirá el chileno en la ronda definitiva como líder incontestable, con tres golpes de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, Will Zalatoris (-6) y Matt Fitzpatrick (-6), dispuesto a hacer historia de mil maneras, entre otras cosas porque nunca ha ganado un Grande un jugador sudamericano que no fuera argentino. Nunca lo ha ganado un sudamericano que no fuera Ángel Cabrera o Roberto de Vicenzo.
Sí, es muy grande lo que está haciendo Mito, capaz de manejar con temple esta situación sin apenas experiencia a la que agarrarse (ay, la experiencia, tan sobrevalorada normalmente). Al menos hasta el momento, pues es muy cierto que le queda lo más complicado. Esos últimos dieciocho. Esos últimos nueve.
Veremos cómo pueden afectarle a un jugador que apenas lleva 24 torneos disputados en el PGA Tour, tres top 10 y está jugando su segundo Grande. Hoy, desde luego, ha aguantado más que bien con una tarjeta de 69 golpes. Parecía que todo lo que había construido, ha sido el único jugador capaz de llegar al -10, se iba por la gatera con cuatro bogeys en cinco hoyos. Sí, tenía toda la pinta de que era su implosión. Hasta aquí hemos llegado. Pero no…
Los bogeys llegaron en los hoyos 8, 9, 10 y 12… y la reacción no se hizo esperar. Gran birdie en el 13, con un putt muy bueno de unos cuatro metros y enorme birdie en el 14 con un tirazo desde el tee. Después, ha tenido una gran oportunidad en el 15 que no ha entrado, ha salvado un putt muy bueno en el 16, ha jugado un 17 de libro y ha sacado un birdie mágico en el 18 con un putt de ocho metros. Al acabar la vuelta chocaba los puños con Stephen Sweeney, su entrenador de putt, el mismo que tiene que Sergio García. No es para menos…
Pero aún quedan 18 hoyos y será una prueba de fuego para Pereira. Hoy, por ejemplo, pagó ese peaje Will Zalatoris. Es un portento en los Grandes, tiene un juego extraordinario, sus hierros son galácticos, pero aún no ha ganado y eso pesa lo suyo en los grips. Hoy firmaba 73 golpes y perdía pie. Eso sí, aún no ha dicho su última palabra. No ha pegado tan buenos golpes como los dos primeros días y el putt lo ha dejado de lado.
Ha sido una jornada dura. Se han caído de arriba grandes jugadores como Justin Thomas (-2), con 74 golpes, o Rory McIlroy (PAR), 74 golpes, y se han quedado en la cima otros que aún no han ganado Grandes. Es inevitable fijarse en Matthew Fitzpatrick (-6), segundo empatado tras entregar una tarjeta de 67 golpes este sábado. ¿Habrá llegado el momento del inglés? Veremos. Es su mejor posición en un Grande antes del domingo. Sus dos birdies finales valen oro.
En la cuarta posición se encuentra Cameron Young (-5), otro joven sin excesiva experiencia. Se encuentra en su primera temporada en el PGA Tour y es el cuarto Grande de su carrera, su primer PGA Championship. Nunca antes había pasado el corte. Tremendo. Su eagle en el hoyo 17 lo ha catapultado a una posición que veremos cómo la digiere.
El golf latino está también representado en la parte alta por Abraham Ancer (-4). El mexicano hizo hoy 70 golpes para aguantarse arriba. Es competitivo, resiste y no será fácil que caiga de ahí. Otro novel en estas lides es Seamus Power (-3).
La batalla del domingo en Southern Hills va a ser preciosa. En todo lo alto hay una Cenicienta rodeada de otros jugadores que se encuentran ante el domingo de sus vidas… Y por detrás vienen los gallos. Los que hoy tropezaron y mañana tratarán de tener una segunda oportunidad son Justin Thomas (-2) o Bubba Watson (-2). Y entre medias aparece un veteranísimo con la idea de pescar en aguas revueltas: Stewart Cink (-2). Eso sí, todos están en manos del Mito.
Gran crónica. Ojalá vuelva a haber argentinos en el pga.