Adri Arnaus (+6) se ha quedado fuera del PGA por un solo golpe tras entregar hoy una notable tarjeta de 70 golpes, registro que esta semana es mejor que bueno. Y todavía disponía de una buena opción de birdie de unos tres metros en el hoyo 9, el último de su vuelta, para engancharse al tren del fin de semana, pero desafortunadamente no conseguía embocarlo.
La procesión va por dentro, no cabe duda, pero Arnaus no es de los que echan la culpa al empedrado o la pagan con el primero que se cruza en su camino. Sufre, pero su excelente talante permanece intacto. No es una cuestión menor en ninguno de los sentidos, incluso en el de su evolución como jugador.
El jugador catalán, incluso, ha conseguido disfrutar hoy de muy buenos momentos y el hecho de haber fallado el corte lo achaca a algunos errores concretos cometidos durante la primera ronda, “que no se pueden cometer desde el centro de la calle y con un wedge en las manos”, explicaba a Tengolf nada más terminar la segunda ronda. “Hoy estaba peleando bien, pero el doble bogey del hoyo 4, que nos ha hecho mucho daño, demuestra cómo es este campo, donde fallas una calle por un par de metros y te puedes encontrar en una situación muy comprometida. Después, por lo menos hemos acabado la vuelta con dos birdies muy chulos, aunque no nos haya llegado para pasar el corte”.
Arnaus sufre, decíamos, y lo peor es que no sólo se trata de la tortura mental que provoca el deporte de los catorce palos cuando las cosas no vienen rodadas. Hay que recordar que en los últimos tiempos Adri ha sufrido un problema serio en el cuello, que incluso le llevó a buscar algunos cambios técnicos en el swing, para proteger la zona dañada. Pues bien, en este PGA se han reproducido dichos dolores en el cuello, aunque no en la zona dañada anteriormente, sino en el lado opuesto. “Tenemos que mirarlo bien (hacerse pruebas médicas), aunque confío que pueda estar para jugar la semana que viene”, concluía.
