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Las otras historias que nos deja la primera jornada del PGA Championship

El momento más ‘embarrazoso’ de Tom Kim y el golpe de Scheffler que desató la ira

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Tom Kim
Tom Kim sale del arroyo del hoyo 6 cubierto de barro hasta las cejas.

Tom Kim terminó su primera ronda en el PGA Championship casi de noche. El sol ya se había puesto sobre Oak Hill y apenas se veía nada. Y eso era precisamente lo que esperaba Tom Kim. Que nadie hubiera visto nada. El surcoreano firmó su tarjeta de 73 golpes y acto seguido encendió su móvil mientras esperaba para ser entrevistado por la ESPN. Justo ahí se le vino el mundo encima. «Oh, no, no, no, no, no, no puede ser, lo ha visto todo el mundo…», decía atropellándose mientras se llevaba la mano a la cara y sin saber muy bien si reír o llorar. No sólo lo había visto todo el mundo, sino que se había hecho viral. «Tierra, trágame», dijo Tom en un perfecto coreano.

El suceso que terminó con Kim colorado como un tomate se produjo en el hoyo 6, concretamente en el arroyo que protege la salida de este hoyo por el lado derecho. Su bola, desde el tee, se marchó allí, a la derecha, al área de penalización. Un voluntario la encontró, se veía y estaba en una zona con mucho barro. «Esto es un Grande y tengo que hacer lo que sea para no perder un golpe». No se lo pensó dos veces. Se fue hacia la bola para intentar pegarla y en su camino se hundió hasta la cintura. Le costó un mundo salir de aquellas arenas movedizas, con la ayuda de su caddie y el cuerpo cubierto de barro hasta los ojos. Literalmente. Aquello era un poema.

Obviamente, no pudo pegar a la pelota, aunque ese ya había dejado de ser el principal problema. Le quedaban cuatro hoyos por delante y necesitaba limpiarse para seguir adelante. Tenía los pantalones cubiertos de barro hasta la cintura, el polo, los brazos, manchas en la cara… A la vista del panorama, no había otra solución. El coreano decidió meterse entero en el arroyo y allí se estuvo limpiando. Prácticamente se dio un baño y se quitó todo el barro, se remangó los pantalones para seguir jugando y se cambió el polo por un jersey.

Eso sí, aún quedaba lo peor. Kim marchaba en ese momento con dos sobre par y estaba fuera de la cobertura televisiva… O eso creía él… hasta que encendió su móvil. Las cámaras captaron toda la ‘embarrazosa’ secuencia de principio a fin, más de cinco minutos en los que el golf pasó a un segundo plano. Casi como si aquello fuera un documental de La 2. Se había hecho viral y los memes corrían como la pólvora por las redes sociales. «Oh, no, no, no, no, no, no…», decía el simpático golfista sin saber dónde meterse. «Espero que todo el mundo en casa lo entienda, es un campeonato importante y estoy intentando luchar por cada oportunidad que puedo. Fue una gran experiencia», terminó diciendo entre risas. Es un grande. Y punto. Por cierto, sacó un gran bogey después de dropar y pegar un tercer golpe de casi 200 metros a green. La dejó a siete pies y la embocó. Acabó con +3.

Scottie Scheffler (-3) arrancó el PGA Championship con una sólida tarjeta de 67 golpes sin bogeys. Hizo tres birdies y uno de ellos fue en el 14, su quinto hoyo del día. Justo ahí el Número 2 del mundo desató la ira de los aficionados al golf. Su golpe de salida en este par 4 corto cuyo green se puede alcanzar de uno, acabó en el rough denso de la derecha. Pues bien, Scheffler tardó exactamente cinco minutos en pegar su golpe. ¡Cinco minutos! Hizo el camino entre su bola y el green (unos 50 metros) en dos ocasiones mientras esperaban Brooks Koepka (más madera) y Gary Woodland. Scheffler hizo ver como que no sabía que era su turno y por un momento pareció que estaba esperando a que pegaran desde el tee del 15. Pero nada. Una vez Koepka le remarcó que le tocaba a él, tampoco se mostró muy diligente. Terminó pegando el golpe cinco minutos después, ante la visible desesperación de Koepka. Hizo birdie. El primero del día. Desesperante. Por cierto, ha sido la primera ronda sin bogeys en un Grande en la carrera de Scheffler.

Bryson DeChambeau (-4), líder del PGA Championship con la vuelta terminada, a uno de Eric Cole, explicó con detalle el proceso de involución al que ha sometido a su cuerpo, lo que ha hecho para perder los kilos que había ganado cuando trató de llevar su cuerpo al límite para pegar a la bola lo más lejos posible. «Bueno, básicamente han sido muchos cambios en la dieta y comer menos. He pasado de ingerir 5.000 calorías diarias a 2.900. Carrie, mi chef, me ayuda con eso. Se trata de comer adecuadamente en lugar de comer cosas que inflaman mi cuerpo. Me hice un test de péptidos Zoomer, que te dice qué inflama tu cuerpo cuando lo comes. Resulta que era alérgico al maíz, al trigo, al gluten, a los lácteos… Prácticamente todo lo que me gustaba no podía comerlo. Me lo quité. Empecé en agosto y en poco tiempo perdí toda esta inflamación. He adelgazado como un loco. Perdí más de ocho kilos en 24 días. Fue una locura. No era grasa. Era fundamentalmente agua». Todo en DeChambeau es excesivo.

– La media de golpes parcial, hasta que se complete la ronda, de la primera jornada del PGA es de 3,64 por encima del par. Va camino de ser la primera vuelta más dura en este torneo en 15 años, desde Oakland Hills en 2008, cuando la media se fue a casi cinco golpes por encima del par. Y, ojo, hoy se supone que es peor.

– La estadística dice que Jon Rahm ya no puede ganar el PGA. Ninguno de los últimos 44 campeones de este major estuvo a más de seis golpes del liderato después de la primera jornada. Rahm está a diez de DeChambeau, a expensas de cómo termine Cole. Si alguien puede romper esa estadística es Rahm. Otro reto de los que le gustan al de Barrika.

– Mucho ojo con la reacción de Tony Finau. El norteamericano estaba seis sobre par después de nueve hoyos y acabó dos por encima. De estar casi sentenciado a meterse en la pelea por el torneo. Lo fraguó con un parcial de cuatro menos entre los hoyos 11 y 15. Atentos a él.

– Golfistas que ya tienen muy casi imposible ganar el PGA más allá de Rahm: Sungjae Im (+10), Tyrrell Hatton (+7), Jason Day (+6), Matthew Fitzpatrick (+6), Patrick Cantlay (+4), Sam Burns (+4) o Cameron Young (+4).