Cameron Smith (-13) ha asaltado el liderato como haría Tommy Shelby. Sin pedir permiso. A las bravas. Smith, cuyo parecido físico con Billy El Niño es innegable, podría ser también el Shelby de Peaky Blinders, protagonista de la serie de producción británica ambientada en la ciudad inglesa de Birmingham en los albores del siglo XX y a la que está enganchado el australiano.
Los Peaky Blinders dominan el negocio de las apuestas y el alcohol y son capaces de hacer cualquier cosa para que mantenerlo. Shelby es violento cuando hace falta, pero su gran virtud es la inteligencia. Es un brillante estratega de los negocios. Consigue que los demás hagan lo que él quiere. El símil con Smith viene al pelo. El nuevo líder del Open Championship ha tomando el mando de las operaciones en St Andrews de la misma manera: con mucha estrategia y un punto crucial de ‘killer’.
Smith ha repetido la palabra inteligencia hasta en seis ocasiones durante su comparecencia ante los medios después de firmar un sobresaliente 64 en la segunda jornada. Asegura que la clave de su vuelta ha sido la paciencia, ir sólo a por las banderas que tocaban y el resto, ni mirarlas. «Esta es una semana donde hay que dejar a un lado el ego. Hay golpes que dice cómo no voy a ir a por esa bandera, te duelo no hacerlo, pero es necesario para evitar problemas. Eso es jugar inteligente y creo que yo lo he conseguido», asegura. Tiene mérito porque hay pocos jugadores en el mundo tan agresivos como el australiano.
Cameron asegura que esa cura de humildad la aprenden en Australia desde pequeños. «Es lo que nos enseñan. Allí jugamos muchas veces en condiciones difíciles y desde muy niños nos dicen que hay muy buenos golpes a diez y quince metros de la bandera. Lo tenemos interiorizado y nos cuesta menos». Si a esto le unimos el Sandbelt de Melbourne, ese cinturón de arena con campos maravillosos en la región de Victoria, tenemos la explicación de que haya cuatro australianos entre los doce primeros del Open: Smith, Adam Scott, Min Woo Lee y Lucas Herbert. «Esos campos son muy parecidos a los links británicos, también tienen el suelo muy duro y estamos acostumbrados a pegar wedges en esas superficies firmes, no nos sorprende esto. No es raro ver a tanto australiano arriba», asegura.
Vale, de acuerdo, Cameron, la estrategia ha sido un éxito, pero hay que hacer algo más para firmar 64 golpes. Aquí se asoma el punto ‘killer’, el putt. Ha sido una locura. No sólo es que lo ha metido todo, empezando por el 1 con un putt de más de 14 metros para birdie, sino por la intención con la que ha tirado cada putt. Prácticamente todos han tenido una opción de entrar y apenas ha sufrido para meter los de vuelta. Ha sido una exhibición.
Y por si a alguien le sirve de algo, Smith ha explicado cómo es su rutina para patear. Explica que no hace swing de prácticas porque su único objetivo es visualizar la bola entrando por el frente de hoyo. No replica el golpe en la rutina, sino que lo siente. Si de alguien conviene copiarse es de Cameron Smith, uno de los mejores pateadores del mundo, de los que mejor hace rodar la bola. Además, esta semana tiene absolutamente dominada, hasta ahora, la velocidad de los greenes.
Smith tiene dos golpes de ventaja sobre Cameron Young (-11), que ha conseguido aguantar tras su brillante apertura del jueves, y tres sobre Rory McIlroy (-10). El norirlandés arrancó algo lento el día. Apuntaba a jornada pestosa de Rory, de esas que tiene últimamente y que le acaban estropeando la semana. Sin embargo, ha sabido encender el motor ha tiempo y ha entregado un valioso 68 que lo tiene en todo lo alto. La clave hoy ha sido ese birdie fabuloso en el 17. Sólo se han hecho seis.
También está con -10 el noruego Viktor Hovland. Ha hecho 66 golpes y ha sido el protagonista del tiro del día. Ha embocado de dos desde 139 yardas en el hoyo 15, pegando desde el rough. Bestial. La clasificación está preciosa. Sólo en el top ten tenemos a jugadores como Dustin Johnson, Scottie Scheffler, Tyrrell Hatton o Patrick Cantlay. Es decir, cinco top 10 mundiales. Casi nada. No será nada fácil venir desde atrás y sorprender a todos estos. Esa es el desafío que tienen por delante jugadores como Jon Rahm (-4) y Sergio García (-3), que ahora mismo parecen muy atrás.
Como en todo Grande, también es necesario fijarse en los nombres importantes que se han quedado fuera del corte. Por encima de todos está el de Collin Morikawa, defensor del título. Además, destacan Brooks Koepka, Phil Mickelson, Gary Woodland y, por supuesto, Tiger Woods.
Todos ellos tendrán que hacer las maletas esta noche, mientras el líder se ve tres o cuatro capítulos de Peaky Blinders. «Esta noche voy a ver más episodios para dormirme más tarde y así no tener tanto tiempo libre la mañana del sábado». Palabra de Cameron. Palabra de líder.
