Inicio US Open US Open 2023 Una cosa es un nublao y otra andar en tinieblas
Ras de hierba de la primera jornada del US Open

Una cosa es un nublao y otra andar en tinieblas

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Justin Thomas no anda fino este año en los Grandes. © Golffile | Pedro Salado
Justin Thomas no anda fino este año en los Grandes. © Golffile | Pedro Salado

– Xander Schauffele, después de firmar su 62, reconocía que le había sorprendido ligeramente lo bien que las calles aguantaban las bolas y cómo de generosos recibían los greenes. Y apuntaba precisamente al tiempo nublado como la causa. Después, claro, como quiera que el muchacho no tiene un pelo de tonto, expresaba un lindo deseo: “estoy deseando que salga el sol. Creo que el campo se irá poniendo más firme”. Buen plan: que se ponga más complicado el asunto, ahora que yo ya tengo un tarjetón a buen recaudo.

Más en serio, el californiano es de los que piensan que las cosas se pondrán muchos más feas, seguramente durante el fin de semana. “Ya veréis cuando el campo se ponga firme, será desagradable”.

Ya puede proponer la USGA el escenario que quiera, que al final viene la madre naturaleza y hace y deshace sin apenas desperezarse. Porque lo de ayer no fue más que un ‘nublao’ persistente, que diría un castizo, nada del otro mundo, pero suficiente para mantener las calles y los greenes con un puntito de ternura de más, suficiente como para que los jugones, aquellos que anduvieran finos, que siempre los hay a espuertas, encontraran más facilidades.

Xander Schauffele en la primera ronda en Los Angeles Country Club. © Golffile | Mateo Villalba
Xander Schauffele en la primera ronda en Los Angeles Country Club. © Golffile | Mateo Villalba

Después, claro, está lo de Justin Rose y su vuelta de 76, en la que nada tienen que ver nieblas, nublaos ni nebulosas. El inglés dio algunas facilidades desde el tee, cierto, pero su registro, al final, como tantísimas veces, hay que ponerlo en el debe del putt. Arrancaba bien y fallaba hasta dos putts muy razonables de birdie. En realidad, sólo embocaba dos putts de birdie en toda la vuelta y eran de menos de un metro… Por el camino se habían quedado otros cortos, muy cortos o medianos para hacer birdies, salvar pares y hasta para salvar bogeys. Así no hay manera. Una cosa es un nublao y otra muy distinta andar en tinieblas en los greenes.

¿Y Koepka? Que sí, que no anduvo killer con los hierros en la mano, cuando pegaba desde el fairway, pero es que siempre andamos también buscándole tres pies al gato: tres bogeys le cayeron y los tres los hubiera solventado con pares, sin duda alguna, hace un mes en Oak Hill, donde se hartó de enchufar putts de dos metritos o metro y medio para salvar pares. Siendo distinto, algo parecido a lo de Rose: sus dos birdies vinieron con putts cortos, y ni uno más. Ni un solo bonus/canutillo, de aquellos que también caían con cierta regularidad en Rochester. De todos modos, venga, digámoslo: Brooks va a necesitar afinar esos hierros para, igual que en el PGA, venir desde atrás y darse alguna opción.

Rickie Fowler durante la primera jornada del US Open 2023. © Golffile | Mateo Villalba
Rickie Fowler durante la primera jornada del US Open 2023. © Golffile | Mateo Villalba

Confesaba Rickie Fowler, también después de firmar su soberbio 62, que no se sentía bien con su juego durante los días de práctica, sobre todo con el putter. Pero que el miércoles, a base de echarle las horas correspondientes en el campo de práctica, al fin encajaban algunas piezas. Salvado por la campana. Son esas pequeñas historietas que se dan a montones en un torneo de golf, pero que nunca dejan de tener su gracia. Y ya que estamos con Rickie: en lo que todo el mundo está de acuerdo es en felicitarse porque a este tipo le vaya bien. Se le quiere mucho y bien. Hasta Schauffele ha señalado que casi se alegraba de ver que era él, Fowler, quien le iba tensando la cuerda del liderato.

Entre tinieblas, o casi, marcha también Justin Thomas (+3). Falló el corte en el Masters, pasó desapercibido en el PGA y, de nuevo, no ha arrancado de la mejor manera en el US Open. En realidad, después de ganar el PGA en mayo de 2022, no ha vuelto a asomarse al balcón de los elegidos en ningún major. Sirva como aviso y hasta pequeña amonestación hacia aquellos que andan ya torciendo el gesto porque resulta que Jon Rahm no termina de armar una ronda deslumbrante. Esto, señores, lo de los Grandes, es una barbaridad de complicado.

De las tinieblas, en todo caso, se sale y se entra. A unos les cuesta más, que se lo digan a Rickie. A otros menos… Dustin Johnson, por ejemplo, ayer firmaba su décima ronda de 65 o menos golpes en un Grande a lo largo de su carrera igualando el récord en ese apartado, que era de un tal Tiger Woods.

Resultados en directo del US Open Championship 2023