Inicio Ryder Cup Ryder Cup 2023 Las guasas entre Shane y Tommy por ese momento de gloria…
El irlandés estaba como loco por ganar el punto decisivo pero se lo birló su colega inglés

Las guasas entre Shane y Tommy por ese momento de gloria…

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Shane Lowry
Shane Lowry celebra el triunfo de Europa en la Ryder Cup. © Pedro Salado / Golffile

«Ésta es la razón (la Ryder Cup) por la que me levanto todas las mañanas», confesó un desatado Shane Lowry nada más ganar Europa la 44ª edición disputada en Roma. La personalidad expansiva del irlandés ha ido un punto más allá incluso en el Marco Simone, donde tenía muchas cosas que demostrar después de que Luke Donald lo eligiera entre sus selecciones. Y él no quería fallar. Ha ganado 1,5 puntos y ha sido el principal animador del equipo anfitrión durante los tres días de competición: jaleando, corriendo de un lado a otro, gritando, emocionando… El buen rollo de los europeos se pudo comprobar en la sala de prensa, donde comparecieron todos los integrantes, se hicieron chanzas entre ellos, se interrumpieron para soltarse algunos darditos e incluso Jon Rahm cedió su cerveza a Tyrrell Hatton después de que éste se la bebiera de un trago… Muchas risas y total distensión. Y mucha guasa entre Lowry y Fleetwood a cuenta del punto decisivo que dio la victoria a Europa, aunque luego llegaron más.

El irlandés salía en el antepenúltimo partido y, en tono jocoso, hablaba de esto por la mañana con Fleetwood, penúltimo en jugar, y con MacIntyre, último de la docena europea. «Tommy, Bob y yo bromeamos antes de salir diciendo que esperábamos que no fuera necesario llegar a nuestros partidos para llevarnos la copa y… no podía creer lo que estábamos viendo en el marcador», comentó en la sala de prensa. «Fueron probablemente dos de las horas más estresantes que he tenido en un campo de golf. Pero sentí que estaba jugando bien aunque Jordan (Spieth) se adelantó al principio. Él jugó bastante bien y yo luché duro por el equipo. Sabía que Tommy estaba 1 arriba en el 16 y vi a Fowler irse al agua; entonces pensé que si yo hacía birdie en el 17, iba a tener una oportunidad para ganar la Ryder Cup. Así que egoístamente pensé: voy a tener una oportunidad para ganar la Ryder Cup. Esto va a ser increíble», contaba entre risas el gigante irlandés.

Fleetwood estaba sentado detrás y tímidamente levantó el brazo para gastarle la broma a Lowry, que se giró tronchado para mirarlo, de que había sido él quien amarró la victoria europea al ponerse dos arriba en el 16 y atar el medio punto necesario: «Afortunadamente», prosiguió Shane, «Tommy lo hizo antes que yo; emboqué el putt del 17 de alguna manera y el driver del 18 no me importaba dónde fuera. Realmente no me importa. Dije al principio de la semana que no me importa si no sumaba puntos mientras ganáramos, lo único que me importa. Y estoy orgulloso de los chicos», recuerda Shane, demostrando el excepcional ambiente que ha reinado en el equipo de Luke Donald durante toda la semana.

Todos se partieron de risa cuando le preguntaron a Sepp Straka, que arrancó el domingo en el octavo duelo junto a Justin Thomas, sobre si estaba al tanto de la situación. Si Lowry anhelaba ganar él el punto decisivo, el austriaco prefería que fuera otro… «Cuando vi a Tommy meter el putt fue una alegría enorme. Me robó mi momento, una oportunidad de mi momento, supongo, pero no, estaba eufórico. Cuando lo cerró, yo estaba en el green 18 y estaba muy nervioso», subrayó Straka. «Aliviado», soltó Rahm, bromeando sobre el marrón del que libró Fleetwood al centroeuropeo. Más risas. Las risas del campeón. Las risas del equipo que quiere retener la copa dentro de dos años en Bethpage. Si mantienen esta sintonía, por qué no conseguirlo. Lowry, que tendrá entonces 38 años, ya ha dicho que está deseando jugar allí y retener el trofeo. Ojo con el irlandés…