Inicio Ryder Cup Ryder Cup 2023 Rory McIlroy pidió disculpas al caddie de Justin Thomas
El norirlandés se excusó con Jim ‘Bones’ Mackay por el altercado provocado por Joe LaCava

Rory McIlroy pidió disculpas al caddie de Justin Thomas

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Rory McIlroy
Rory McIlroy alza los brazos tras derrotar en Roma a Estados Unidos. © Stefano di Maria / Golffile

Bien fuera por la influencia de sus recientes lecturas de las Meditaciones de Marco Aurelio o bien fuera para rectificar un error, Rory McIlroy no tuvo problema alguno en excusarse por su comportamiento hacia Jim Bones Mackay, caddie de Justin Thomas y en su día de Phil Mickelson, el sábado tras el turno de tarde en el parking del Marco Simone.

Enfurecido por la provocación de Joe LaCava, responsable de la bolsa de Patrick Cantlay, en el hoyo 18 durante la sesión de fourballs, el norirlandés la pagó luego con Bones, que nada tenía que ver en este entuerto. Pongamos en contexto la situación.

Cantlay ganó con un puro su partido con Thomas ante McIlroy y Matt Fitzpatrick, y LaCava lo celebró quitándose la gorra y encarándose con la afición. Ese gesto sentó a cuerno quemado a Shane Lowry, a quien frenó Tommy Fleetwood, que seguía el choque in situ, y también al norirlandés, que posteriormente fue calmado por el irlandés en el aparcamiento. McIlroy recriminó a Bones a gritos la actitud, pero el asunto, ciertamente, no iba con él, sino con LaCava.

Por eso precisamente quiso pedir disculpas el norirlandés a Bones a primera hora, antes de los duelos individuales: «Le he enviado un mensaje de texto a Bones esta mañana. Fue el primer estadounidense que vi después de salir del vestuario, así que él fue quien se llevó la peor parte. Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Le envié un mensaje de texto y me disculpé por eso», manifestó McIlroy en la sala de prensa. «Mi bronca iba dirigida a Joe, pero se lo dije a Bones porque Joe no estaba allí. Me sentía bastante enojado con lo que había pasado en el 18 y no estaba de acuerdo con lo que había sucedido, pero creo que dejé que eso alimentara hoy el fuego, me concentré y pude salir a conseguir mi punto», continuó.

Lowry intervino para que la sangre no llegara al río en el aparcamiento y McIlroy se lo agradeció: «Me llevó a la piscina de agua fría del hotel y me dejó allí durante unos minutos. Me sentó muy bien. Hablamos de eso como equipo anoche. Fue una falta de respeto, y no sólo hacia Fitzpatrick y hacia mía, sino a el equipo. Entiendo que recibimos todo tipo de comentarios cuando vamos a Estados Unidos y lo mismo sucede aquí. Es así como funciona la Ryder Cup. Tienes que tener piel gruesa», afirmó Rory sobre el comportamiento de LaCava, quien también lamentó el episodio: «No nos hemos visto cara a cara, pero nos hemos enviado mensajes de texto, y todo estará bien. Pero es un punto de conflicto y todavía duele, aunque el tiempo es un gran sanador y todos seguiremos adelante», constató McIlroy.

Fueron los momentos más tensos de una Ryder Cup que ha ido como la sede en todo los demás, con un comportamiento exquisito entre ambos capitanes y todos los jugadores, exceptuando el comentario de Brooks Koepka criticando a Jon Rahm el primer día por «actuar como un niño y hacer pucheros». El estadounidense saludó con total cordialidad al español cuando los perdedores honraron a los ganadores tras el triunfo en Roma. Pelillos a la mar y, por qué no decirlo, alguna polémica de vez en cuando viene hasta bien para estimular a tu tropa o soliviantar a la contraria.