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Challenge Tour Grand Final | Un año de muchísimo aprendizaje para Javi Sainz

El ‘Puma de Laukariz’ y el bendito mundo del reseteo

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Javier Sainz
Javier Sainz

Javi Sainz ha llegado a la final del Challenge Tour en el puesto 36º de la Road to Mallorca. Necesita, como mínimo, acabar tercero empatado con un solo jugador para lograr la tarjeta del DP World Tour. La empresa es difícil y muy exigente, pero el ‘Puma de Laukariz‘, como lo bautizó en su día Santi Tarrio, no rehuye el desafío.

Realmente, el jugador vasco no tiene nada que perder. Empezó el año sin tarjeta del Challenge Tour, ganó en su segundo intento y ha llegado a la final con opciones de lograr la tarjeta del DP World Tour. Una situación así en febrero de este mismo año la había firmado con sangre. Y si finalmente no consigue los derechos de la primera división, no habrá sido una temporada en vano, más bien todo lo contrario. Se lleva en la mochila una tonelada de experiencia y aprendizaje.

Una de las cosas que tiene grabada de lo que ha ocurrido esta temporada es que no hay que jugar por jugar. Eso es un error muy común en los novatos. Existe la sensación de que cada torneo es una oportunidad, pero muchas veces es contraproducente jugar. «He tenido momentos de jugar cuatro semanas consecutivas y en la cuarta estaba pensando lo mal que había jugado en la tercera y, claro, así es imposible», afirma a Ten Golf.

Si hubiera que destacar una lección de este año 2022, Sainz lo tiene claro: el maravilloso mundo del reseteo. Hay que saber parar cuando toca y dejar atrás lo que ha ocurrido. Si vas a jugar cuatro semanas consecutivas, bien, puedes hacerlo, pero una vez ha terminado la tercera, hay que cerrar ese capítulo y pensar en la siguiente. Prohibido arrastrar…

Ese reseteo, por ejemplo, le vino de maravilla en agosto. Ahí se podría decir que Sainz entró en crisis. No estaba jugando bien y no conseguía encontrar la manera de darle la vuelta a la situación. Decidió parar en lugar de seguir jugando y trató de analizar las cosas con cierta perspectiva. Fue mano de santo. Fue un reseteo en toda regla para valorar todo lo bueno que estaba haciendo y lo que aún quedaba por delante. Sus últimos torneos lo demuestran. No pasó el corte en el último de Inglaterra, pero en los cuatro anteriores sí jugó los cuatro días y sumó un undécimo y un decimoséptimo puesto.

Sainz no descarta nada esta semana, no se pone límites. Tratará de seguir los consejos de Santi Tarrio, un excelente referente con el que habló hace apenas unos días para felicitarle por su buen año. Lo que más ha aprendido del gallego es a cómo afrontar los momentos de mayor presión. Lo de su victoria en el segundo torneo de la temporada fue un pelotazo. Vamos a por el segundo…