¿Recuerdan esos partidos, muchos, en los que Pau Gasol parecía que no había hecho nada y terminaba con 22 puntos y nueve rebotes? Pues Ludvig Aberg (-10) al golf es algo parecido al genio de Santboi. Parece que los birdies (y los eagles) van cayendo en el saco sin esfuerzo, sin hacer nada del otro viernes. Lo hace fácil. O al menos, si queremos ser prudentes, está en un momento de su carrera donde las cosas le salen sencillas, que ya sabemos cómo se las gasta este deporte y llegará el día donde aparezca el tío Paco con las rebajas y ya no irá todo tan fluido. Mientras tanto, disfrutemos de este auténtico portento sueco.
Aberg ha entregado hoy una tarjeta de 66 golpes en el BMW PGA Championship y se ha colocado líder del torneo empatado con su compatriota Sebastian Soderberg (-10). No olvidemos que es la primera vez que juega en Wentworth, que aterrizó aquí el martes procedente de Italia y que viene de ganar el último torneo que jugó en Suiza. Es imposible saber ahora hasta dónde le llegará la gasolina, si el motor gripará en algún momento, pero desde luego no es la sensación que transmite en el campo. Es pura paz y tranquilidad. Como si jugara con los amigos. Las risas con Hovland y McIlroy en cada espera eterna en los tees ayudaba a aumentar esa sensación.
Aberg suma 15 birdies en dos días, once de ellos en los segundos nueve hoyos. Y los hace de todos los colores: metiendo un approach desde fuera como en el 14, pegando un tirazo en el 17 que casi mete desde la calle, tirando otro dardo en el 18 o metiendo un gran putt de algo menos de tres metros en el 16. Es un líder con premeditación, porque estaba entre los favoritos, nocturnidad, porque ha terminado de jugar casi a oscuras y alevosía, porque ha finalizado con tres birdies consecutivos y cuatro en los últimos cinco hoyos.
Ni que decir tiene que es el mejor golfista del equipo de Europa de la Ryder Cup en la clasificación, seguido muy de cerca, eso sí, por un gran Tommy Fleetwood (-9), autor de otra vuelta fenomenal de 66 golpes. También anda arriba Sepp Straka (-8), al que le sucede algo similar a Aberg. Parece que no está, se mueve por debajo del radar, pero su colección de hierrazos es para poner en una exposición. Lo cierto es que no van mal las cosas para los chicos de Luke Donald. Los doce han pasado el corte, uno es líder, hay cuatro en el top 10 y seis entre los 25 mejores. ¿Lo escuchan? Sí, son las buenas vibraciones que llegan hasta el Marco Simone.
Curiosamente, el que más ha sufrido este viernes ha sido Rory McIlroy (-1), el jugador que está llamado a ser el gran líder en Italia. El norirlandés no terminar de estar fino, aunque hay que valorar la garra que demuestra para no dejarse ir y pelear cada golpe y cada corte. Wentworth demuestra todos los años que los jugadores que han pasado el corte, aunque estén lejos de la cabeza, siempre tienen una oportunidad el fin de semana. A ver si este año no es McIlroy el que viene por detrás y aún se deja ver el domingo peleando por la victoria.
Llama la atención el buen rendimiento de los mejores jugadores de este BMW PGA Championship. Tenemos esta semana a 17 de los 55 mejores del mundo y todos han pasado el corte. El mejor que se ha quedado fuera es Victor Perez, puesto 67º, y de los 29 top 100 participantes en Wentworth, únicamente Thriston Lawrence se marcha a casa con el francés.
En cuanto a los españoles, Adrián Otaegui (-4) no ha podido completar su ronda por falta de luz. Ha jugado quince hoyos y marcha uno bajo par en el día, con tres birdies y dos bogeys. Mientras, Sebastián García Rodríguez (+8) ha jugado 14 hoyos, aunque ya no tiene opciones de superar el corte.
