El Real Club Valderrama se ha puesto sus mejores galas para su estreno en LIV Golf. O sus galas de toda la vida, para ser más exactos, pues su nivel de preparación y presentación siempre es impecable. El campo luce espectacular, las lluvias caídas hace unas semanas le han venido de maravilla y el calor de estas últimas jornadas, unido al viento de poniente, están colaborando para poner sobre la mesa la prueba más dura de la historia de LIV Golf. Al menos, eso es lo que va a proponer Valderrama, después veremos qué sucede.
El objetivo es superar al estreno de LIV Golf en el Centurion Golf Club de Londres hace algo más de un año. Este torneo ha sido hasta la fecha el más exigente de la liga saudí. Ganó Charl Schwartzel con -7, sólo hubo ocho golfistas bajo par y el top 10 se cerró en +1. Estas son las cifras que aspira a batir Valderrama esta semana. No es que sea una necesidad, ni mucho menos, pero sí es conocido por todos que el recorrido de Sotogrande se siente orgulloso de su sello de campo muy duro y de máxima exigencia.
La preparación ya es una garantía de que los resultados no van a ser muy bajos, aunque obviamente todo va a depender finalmente del agua que le metan a los greenes. Si llevan el campo al límite, o cerca de él, el récord del Centurion está a tiro. No olvidemos que de las últimas nueve comparecencias del Circuito Europeo en Valderrama, en dos se ganó sobre par, (+2 Catlin en 2020 y +1 Johnston en 2016), en tres bajo par de un sólo dígito y sólo en una ocasión hubo un ganador más allá del -12, fue Adrián Otaegui el año pasado porque ofreció una clase magistral toda la semana y porque los greenes se mostraron más receptivos que nunca.
¿Cómo está el campo? Pues los que más saben de este asunto aseguran que está más difícil que el año pasado, el de Otaegui. Los greenes están muy firmes y eso ya complica todo en Valderrama. Quizá no están todo lo rápidos que podrían ponerse, ya que está soplando poniente y anda todo el equipo de mantenimiento del campo en alerta para no girar la tuerca más de lo debido. El viento de poniente es el más complicado en Valderrama. Es caliente, viene del interior y seca mucho. Al mismo tiempo, claro, endurece. Así que toca ir con los pies de plomo.
La noticia en cuanto al viento es que va a soplar los tres días de competición, aunque va a ir de más a menos y va a cambiar de dirección entre el viernes y el sábado. El primer día se jugará con poniente y rachas en torno a los 30 kilómetros por ahora, mientras que el sábado, según la predicción, rola a levante con una intensidad de unos 25 kilómetros por hora de media. Es viento, pero no vendaval. Quizá el sábado y el domingo, si se confirma el cambio de dirección del aire, Valderrama tenga algo más de margen para apretar más las tuercas.
Cierto es que el coliseo de Sotogrande no es tan complicado como antaño, sobre todo de tee a green. La labor de poda que se ha realizado en los alcornoques en los últimos años, junto a algunos árboles que han desaparecido, caso del que había junto al green en el hoyo 4, el hoyo 18 a la derecha o el hoyo 13, ha facilitado la labor a los jugadores, sobre todo en los tiros a green. Hablando en plata: hoy en día no hace falta mover tanto la bola, jugar con los efectos, como antes porque entran menos árboles en juego. En los años anteriores había golpes incluso desde la calle que se dificultaban según la posición de la bola y ahora es un campo mucho más franco, el margen es más amplio.
Sí hay un detalle muy técnico y muy concreto que puede dificultar mucho las cosas esta semana. Se trata de los antegreenes. Están bastante blandos, al menos hoy jueves. Esto significa que los tiros a green desde el rough o entre árboles se dificultan mucho más. Si pegas a botar en el antegreen para que la bola entre rondando, lo normal es que se pare y no avance. Y botar en green nunca debería ser una opción porque te vas largo sí o sí y la recuperación se complica mucho.
Así las cosas, la mezcla de viento, poniente el primer día, greenes firmes y duros y un rough picante sin ser criminal, postulan a Valderrama como el torneo más duro de LIV Golf. Veremos. De las 15 pruebas individuales que se han celebrado entre 2022 y 2023 sólo en dos ocasiones se ganó con un resultado de un dígito, la citada de Schwartzel en Centurion en 2022 (-7) y este año en Tucson (-9, playoff de tres con Danny Lee, Carlos Ortiz, Brendan Steele y Louis Oosthuizen).
Por tanto, y a modo de conclusión, el récord está a tiro, a Valderrama le encantaría tenerlo y el viento va a jugar un papel crucial. Si sopla como lo ha hecho hoy, muy racheado de poniente y se mantienen los greenes muy firmes, no veremos a muchos bajo par esta semana. Ahí está el reto.
