Inicio Grandes Circuitos PGA Tour ¿Podría este ‘Scottie desencadenado’ plantar cara a la mejor versión de Tiger?
Crónica de la jornada final del RBC Heritage

¿Podría este ‘Scottie desencadenado’ plantar cara a la mejor versión de Tiger?

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Scottie Scheffler posa con el trofeo de campeón del RBC Heritage 2024. © PGA Tour
Scottie Scheffler posa con el trofeo de campeón del RBC Heritage 2024. © PGA Tour

Nada tiene que ver la referencia cinematográfica y tarantiniana del titular con lo que Scottie Scheffler (-19) ha necesitado hacer hoy para certificar su victoria en el RBC Heritage, pues le ha bastado con un parcial de +1 en los tres hoyos que le quedaban para vencer plácidamente y todavía con una cómoda diferencia final de tres golpes sobre su inmediato perseguidor, segundo en solitario, Sahith Theegala (-16).

Tiene que ver, más bien, con que Scheffler prosigue su marcha desencadenada hacia la gloria y los récords en este 2024, sumando la cuarta victoria en sus últimas cinco comparecencias, siendo un segundo puesto en Houston su peor resultado en este alucinante tramo de la temporada. Nadie más poderoso en el mundo del golf desde los tiempos de la tiranía voraz de Tiger Woods. Nadie le aguantaba la mirada al Tigre de tal manera desde que Vijay Singh tuviera la osadía de discutirle e, incluso, arrebatarle el Número Uno del mundo entre septiembre de 2004 y junio de 2005 durante 32 semanas.

¿Podría plantarle cara este Scottie Scheffler a la mejor versión Woods? Bueno, es un ejercicio de golf ficción. Los registros técnicos dicen que sí, que sin ninguna duda (Strokes Gained:Total, media de golpes…), aunque luego habría que ponerlo ahí, un domingo, delante de un señor vestido de rojo y negro, a ver cómo transpiraba. En este sentido el sombrerazo se lo lleva Singh, que duda cabe.

Scheffler, una vez más, ni siquiera ha necesitado finalizar entre los veinte mejores en ninguna estadística referida al putt para ganar con suficiencia el torneo (36º en la estadística de SG:Putting). Y quizá, una vez más, esta circunstancia sea la que resulta verdaderamente monstruosa en su bestial carrera hacia galaxias desconocidas. No es el mejor pateador, todavía, pero es un hecho que su trabajo junto a Phil Kenyon le ha aportado un aplomo y consistencia en los greenes que multiplican los efectos del verdadero ‘súper poder’ de Scheffler, su juego de tee a green versátil (¿aburrido? Mamma mia) y quirúrgico.

Esta fabulosa racha, en tales picos de excelencia y resultados, tendrá que terminar, y lo hará seguramente más pronto que tarde. Pero pica a la curiosidad: ¿quién, cómo, cuándo y de qué manera será capaz de someter semejante despliegue de juego y confianza? Lo normal es que siga siendo él mismo su rival más enconado. Y que sólo cuando su nivel estratosférico descienda a la vulgar atmósfera unos cuantos puedan batirlo.

Quién sabe, quizá Sahith Theegala se postule como candidato más o menos sólido a medio plazo. Su segundo puesto final en este Signature Event lo va a acercar de nuevo a las puertas del top ten mundial y su evolución es constante. Mientras tanto hay que seguir fijándose en otros ilustres como Justin Thomas (-14), que en Hilton Head, sin hacer ruido, ha cerrado una semana prometedora. O Collin Morikawa (-13), que ha vuelto a aparecer arriba y a pesar de su gris ronda final de 72 golpes (puede que sea él, como también se vio en el Masters, uno de los que más acusan el ritmo desaforado que impone Scheffler). O Patrick Cantlay (-15), que ha vuelto a brillar en una de sus plazas preferidas del circuito, es cierto, pero que antes o después tiene que enseñar más y mejor la cabeza. Incluso de Rory McIlroy (-7) debe esperarse una pronta y rotunda mejoría…

Mientras tanto, por ahora, de momento, Scottie desencadenado los sigue llevando a todos por la calle de la amargura. De una amargura templada en una profunda admiración, para ser más exactos.

Resultados finales del RBC Heritage