Si el Travelers Championship deja de ser un torneo elevado en 2024 mucho nos tememos que nadie lo va a echar de menos. Debe hacérselo mirar el PGA Tour. La semana no va a pasar a la historia. El escenario no parece el adecuado para un torneo donde se están jugando 20 millones de dólares, demasiado birdie, demasiado festival. En un torneo regular, perfecto, pero un designado le queda grande.
Ganó Keegan Bradley (-23) con el codo por fuera de la ventanilla. Él y Chez Reavie habían dinamitado el torneo en los tres primeros días con un parcial criminal de 21 y 20 bajo par. Es decir, a una media de algo más de seis bajo por día. Mucha tela. Cabía alguna opción para la sorpresa, pero pasaba por una vuelta bajísima por detrás y un señor trapiés de los líderes. No sucedió.
Realmente, el torneo era un mano a mano en 18 hoyos entre Bradley y Reavie. El problema es que Reavie dimitió casi antes de empezar. Parcial de dos más en los primeros nueve hoyos y adiós muy buenas. En el primer tercio de la vuelta el torneo había saltado por los aires. Bradley firmó tres birdies y se separó del resto. Lo demás fue un paseo militar. Sin más. Hizo lo justo, vuelta de 68, para ganar. Sin alardes. Sin poner en riesgo el botín que ya había conquistado. Se podría definir como una victoria funcionarial.
Eso sí, la escasa emoción del torneo no impide ver que Keegan Bradley tiene un don. No gana mucho, ni poco, ojo, pero todo lo que consigue es especial. Abrió el armario de los triunfos con el Byron Nelson en 2011, su única conquista ‘normal’. A partir de ahí, un Grande (PGA Championship), un WGC (Bridgestone), un playoff de la FedEX (BMW Championship), un torneo sin corte y con bola de premios potente (ZOZO) y ahora un torneo designado. Como si los eligiera por catálogo.
Finalmente, se ha impuesto en el Travelers con tres golpes de ventaja sobre Zac Blair y Brian Harman, cuatro sobre Scottie Scheffler, Chez Reavie y Patrick Cantlay y cinco sobre Rory McIlroy y Denny McCarthy. Imposible pasar por alto lo de Scheffler. Sexta semana consecutiva acabando entre los cinco primeros. Seis. Una majadería. Eso es.
Por último, Rickie Fowler, que hizo 60 golpes el sábado, volvió a tener un domingo torcido y terminó fuera del top 10. Último día flojo también para Justin Thomas, que acabó noveno con un resultado de 67 golpes. Porque con 67 golpes hoy se perdían posiciones en el Travelers. Para hacérselo mirar.
