Apenas a unos quinientos metros al norte de Harding Park, por tanto muy cerca, arranca Ocean Beach, una larga playa de casi cinco kilómetros y pieza clave del mito del surf californiano en los años cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo, y que aún hoy es lugar de peregrinaje para la práctica de esta actividad y el encuentro de surfistas de todas las generaciones, abierta de par en par al Pacífico y lugar destinado más bien para expertos de la tabla.
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Ya no se permite en Ocean Beach prender fogatas cuando cae la tarde, ni a cualquier otra hora del día, alrededor de las cuales se cantaba, bebía, comía, fumaba… Y lo que se terciara. Todo ha cambiado y hasta el más surfero entre los surferos seguramente resulta un tipo algo más pragmático. Allí, en todo caso, se siguen cabalgando olas a diario y es por ello que haya que concederle todo el crédito a la información que, acerca del viento, proporciona la web windguru, especialista de este tipo de enclaves.
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Y las noticias que llegan no son precisamente buenas para todos aquellos que salen a jugar hoy la primera jornada del PGA en el turno de tarde. En efecto, según esta web, hasta las once de la mañana prácticamente va a soplar sólo una brisa marina que apenas va a llegar a los 5 kilómetros por hora. A partir de la una de la tarde, sin embargo (justo a la hora que salen a jugar, por ejemplo, Rahm, García y Mickelson), el asunto se empieza a poner picante y, dos horas después, a eso de las tres de la tarde, puede haber rachas que superen tranquilamente los 40 kph.
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Una puntualización importante: el parte del propio torneo, de la PGA americana, coincide en estos datos, aunque los modera un poco, lo que también tiene su sentido, pues Harding Park, si bien está muy cerca del mar, no se halla tan expuesto como la propia playa.
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Los detalles de la dirección en que va a soplar el viento tampoco resultan a priori una gran noticia para los jugadores del turno vespertino, puesto que vendrá fundamentalmente del Oeste. ¿Qué aplicación práctica podemos darle a esta información? Señalemos, por ejemplo, que en el hoyo 8, el par 3 más largo del campo (llega casi a los 230 metros desde el tee más retrasado), los jugadores de la tarde se pueden encontrar rachas muy fuertes que vendrán en contra y cruzado de la izquierda. Una guasa, vaya. Además, el último tercio del recorrido se puede hacer muy duro, puesto que en los hoyos 12 y 13 el viento vendría ligeramente en contra y cruzado de la derecha, para ponerse más decididamente en contra y cruzado de la izquierda en los hoyos 14, 15, 16 y 17…
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Eso sí, en el hoyo 10, par 5 de unos 500 metros, los del turno vespertino se van a encontrar un viento potente de cola que puede ayudarles a pegar, si cogen pista, un hierro medio (y hasta corto) de segundo tiro. Algo es algo.
Si hacemos un repaso, en el turno matutino encontramos a Tiger, Thomas, McIlroy, Koepka, Day, Schauffele, Finau, Rose, Hatton, Dustin Johnson, Morikawa, Berger, Rose, Woodland y también a Rafa Cabrera Bello, entre otros. Todos ellos pueden sacar hoy un extraordinario botín y ventaja respecto al otro turno, si se confirman paso a paso las predicciones. Por el contrario, en el turno vespertino están los otros tres españoles (Rahm, Sergio y Campillo), y otros como DeChambeau, Simpson, Fowler, Fleetwood, Scott o Maruyama.
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Dentro de lo malo, Jorge Campillo sale a jugar (21:36 horas en la península) casi una hora y media antes que Sergio y Jon (22:58 horas en la península), y quizá pueda aprovechar más tiempo de ligera tranquilidad.
Las previsiones de windguru para el viernes tampoco compensan al lado del cuadro que sale perjudicado este jueves, pues el viento soplará durante toda la jornada, yendo a más, es cierto, pero sin que la diferencia de intensidad entre la mañana y la tarde sea ni mucho menos tan pronunciada.
